En otra jornada marcada por un festival de caídas que afectaron sobre todo al esloveno Primoz Roglic, el esprint reducido por los accidentes se lo llevó con autoridad el belga Tim Merlier (Alpecin Fenix), quien logró la segunda victoria consecutiva para la formación de Mathieu Van der Poel, quien mantiene el maillot amarillo. Por su parte, el mallorquín Enric Mas (Movistar Team) aprovechó la carnicería que se vivió en la tercera etapa de la ronda francesa para terminar décimo noveno, por delante de casi todos los favoritos, tras un gran apoyo final de su compañero de equipo Iván García Cortina.

La tercera etapa entre Lorient y Pontivy, de 182.9 kilómetros, estaba marcada para el esprint masivo, y lo hubo, pero mutilado por los accidentes. El Tour es puro sobresalto. Esta vez implicando a los primeros espadas, primero a Geraint Thomas y al final a Roglic, el más perjudicado cediendo más de 1 minuto, y Miguel Ángel López, enfrentado al infortunio.

Merlier cumplió el pronóstico. Mientras Ewan, con la clavícula rota y Sagan rodaban por el asfalto, el belga alzaba los brazos estrenando su palmarés en el Tour, por delante de su compatriota y compañero Jasper Philipsen y del francés Nacer Bouhanni (Arkea). En el primer grupo de afortunados entraron Alaphilipe, Van der Poel y Richard Carapaz (Ineos).

El ecuatoriano fue el primero de los grandes favoritos, aventajando en la etapa en 14 segundos a Enric Mas y Nairo Quintana, en 26 a Pogacar y en 1.22 minutos a Roglic, herido e impotente tras una desesperada persecución.

Aquí no hay etapas de transición. Todo estaba listo para el esprint en la ronda, pero la general sufrió alteraciones algo significativas. Carapaz resultó beneficiado y es tercero en la general a medio minuto de Van der Poel, pero de ‘facto’ es el líder de la carrera. La referencia, con Pogacar a 8 segundos del carchense, del ciclista mallorquín Enric Mas y Quintana a 9, Geraint Thomas a 36 y Roglic a 1.04.