Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Motociclismo

Augusto Fernández y Miquel Pons apuntan a lo más alto del Mundial

Su compañero en MotoE reconoce que «la victoria en Montmeló fue muy importante para poder luchar por el campeonato»

Augusto Fernández (izq.) y Miquel Pons, ayer en el hotel Nivia Born Boutique de Palma. E. GARCÍA

Al paso por el primer tercio del Mundial de motociclismo, los representantes mallorquines de Moto2, Augusto Fernández, y MotoE, Miquel Pons, pasan revista sobre su participación en el Mundial. El piloto del equipo Marc VDS Racing reconoce haber recuperado las «buenas sensaciones» tras un año complicado. Por su parte, Pons se ve en disposición «de luchar por el campeonato» tras firmar, el pasado domingo, su primera victoria en Montmeló.

Augusto, por fin, vuelve a sentirse piloto. «Después de un 2020, en el que sufrí mucho, por fin vuelvo a tener las sensaciones de hace dos temporadas. Siento que vuelvo a poder luchar por las carreras o liderar los entrenamientos. Es una sensación que echaba de menos», señaló el representante mallorquín de Moto2.

El piloto finalizó quinto este pasado fin de semana en Barcelona, su mejor posición durante el presente curso. Tras entrar en ese ‘top–5’, Augusto reconoció ayer desde el hotel Nivia Born Boutique de Garden Hotels que «las sensaciones, en general, son mucho mejores que las del año pasado». «Somos más competitivos y desde Jerez me siento con opciones en cada carrera. Es verdad que he sumado tres ceros consecutivos, pero los tres se dieron por querer sacar un resultado positivo», analizó.

Augusto ocupa en la actualidad la décimo segunda posición en la general y con 34 puntos está a 105 del actual líder, Remy Gardner. «Ahora mismo el campeonato se nos queda un poco lejos, porque Gardner y Raúl Fernández están regularmente ahí arriba. No lo olvido del todo, porque esto es muy largo, pero por ahora voy a ir carrera a carrera. Espero acercarme cada vez más a ese podio y volver a ganar un Gran Premio».

Miquel Pons, ‘rookie’ en la categoría de motos eléctricas, no ocultó su felicidad tras subirse al primer escalón del podio en Barcelona y analizó su trayectoria en el Mundial de MotoE: «Empezamos en Jerez bastante bien, con una quinta posición. En Francia las cosas no fueron tan bien. Pese a que salíamos desde una muy buena posición, tuvimos un problema y no pudimos puntuar y en Montmeló hemos podido alzarnos con la victoria. Es un triunfo muy importante que nos ha permitido colocarnos cuartos de la general, a no muchos puntos del primer clasificado. Seguramente podamos luchar por el campeonato».

El piloto del equipo LCR E-Team reconoció que en el Mundial de motos eléctricas los fallos se penalizan, si cabe, más que en el resto de cilindradas. «Son muy pocas carreras, esperemos que en un futuro haya más y con el tema de las vueltas, es verdad que son muy pocas. Hay que estar muy concentrados en todo momento y no se puede hacer ningún fallo. Al mínimo error hay muy pocas posibilidades de remontar. Es una categoría que exige mucha concentración», resumió.

El mallorquín indicó que «ahora mismo» solo tiene en mente su participación en la categoría de motos eléctricas, pero que su ilusión sería formar parte de un equipo en Moto2: «Estamos trabajando aquí y solo tenemos en mente esto, pero lógicamente el objetivo es poder pasar a Moto2 y tener una plaza fija ahí».

La tragedia de Dupasquier

El de Campanet era un gran amigo de Dupasquier. En el podio de Montmeló le dedicó la victoria: «Compartí dos años de equipo con Jason y también estuvimos viviendo una temporada juntos en Cartagena, eso crea mucho vínculo. Me gustó mucho poder dedicarle la victoria. Este es un deporte que conlleva estos riesgos. Son cosas muy tristes, pero hay que superarlo. Duele mucho y más cuando es un amigo tuyo, pero nuestro trabajo es salir a la pista y no pensar en ello».

Por su parte, Augusto Fernández, cuestionado por cómo vivió en la parrilla de Mugello que Dorna anunciara el fallecimiento de Jason Dupasquier minutos antes de echar a rodar, admitió que siempre son «momentos muy complicados». «No sé si somos egoístas o no, pero al final hay que serlo un poco. No podíamos pararnos a pensar realmente en eso. Había que correr. No somos conscientes, no pensamos mucho porque si lo hiciéramos creo que no seríamos capaces de correr», zanjó el mallorquín.

Compartir el artículo

stats