De manera muy distinta han accedido Nadal y Djokovic a los cuartos de final. Mientras el mallorquín lo ha hecho con paso firme, el serbio ha llegado a estar contra las cuerdas ante la perla italiana Musetti, antes de que se derrumbara como un castillo de naipes. El partido más esperado, el Nadal-Djokovic del viernes, el duelo más repetido de la historia -57 enfrentamientos les contemplan- está a solo un peldaño, en lo que sería la final anticipada. Nadal no está bien. Está muy bien, como pudo comprobar Sinner, atinado ante los micrófonos: «El camino es aún largo para llegar al nivel de los tres grandes».
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Opinión