Con una victoria estéril (2-0) frente al Socuéllamos, el Poblense puso ayer punto y final a su fugaz paso por la Segunda División B. Un descenso que deja un mal sabor de boca, todavía más amargo al producirse habiendo quedado clasificados como terceros de su grupo con 30 puntos, catorce de ellos sumados en esta segunda fase de ocho partidos, pero con el peor coeficiente entre todos los terceros.

El Poblense ya de salida afrontó el partido con las ganas y ambición que ha puesto a contribución durante toda la temporada, tomando las riendas del encuentro y superando a su rival por juego. Así, se llegaba con facilidad y reiteradamente a la portería visitante, que registró serias ocasiones de gol de Jaime, Peque, Raúl y Aitor, mientras que el Socuéllamos, tan solo en una ocasión inquietó al meta local Pocoví, llegándose al descanso sin que se moviera el marcador.

La segunda parte siguió bajo la misma tónica y el gol que abría el marcador para el Poblense llegó en el minuto 61, tras una internada de Aitor por la izquierda y centro al punto de penalti que recogió Raúl, para ceder a Peque Polo, que remató a las mallas de tiro raso y ajustado al palo. El gol de la tranquilidad llegó en las postrimerías del encuentro, como resultado de una jugada hilvanada entre Alberto, Pep Vidal y remate de Rubén Jurado al fondo de la portería visitante (minuto 89).