No pudo ser. El Palmer Palma no pudo sorprender al Breogán. El primer punto de la eliminatoria se quedó en Lugo. Después de una primera parte dominada ligeramente por los gallegos, los inmobiliarios sufrieron un apagón de juego en el tercer cuarto y el partido quedó prácticamente sentenciado. En el último tramo hubo un conato de reacción, pero la diferencia era insalvable y la victoria quedó en casa.

Los palmesanos salieron a la cancha con la lección bien aprendida. Sabían que su rival en el 5x5 media pista, tenía algunos problemas. Por ello optaron por una defensa más cerrada de lo habitual, con cambios de asignación en los bloqueos, renunciando a defensas a toda pista y flotando a los jugadores alejados del aro. Cuando Salva Arco estaba en cancha los jugadores de negro se colocaban en una zona mixta (rombo + 1) para reducir el poder anotador del exterior local y generar dudas. Sin embargo, Breogán se adueñó de la pintura. Larsen y Díaz destacaron en este primer cuarto por parte celeste. A los mallorquines les pesó el pobre porcentaje de triples (1/6). Kullamäe, con 8 puntos fue el máximo anotador. Seis puntos consecutivos de Larsen pusieron en el marcador un 19-11, que se redujo a 5, después de que Mc Donnell anotara sobre la bocina: 26-21.

En el segundo período la producción ofensiva de ambos conjuntos se redujo notablemente (15-13). Los locales convirtieron 1/10 en triples y los isleños 2/9. Palma empezó con dos interiores, Jawara y Suskavcevic, para reforzar el rebote. La igualdad imperó en estos minutos y el propio Jawara a falta de 6 minutos consiguió empatar a 28. Fue entonces cuando la producción ofensiva local mejoró gracias a Soluade, Kacinas, Sollazzo y Arco, que permitieron un parcial de 13-6. Kullamäe fue el autor de estos 6 puntos con dos triples. Se llegó al descanso con un esperanzador 41-34, después de 20 minutos con escasa producción ofensiva de Harrell, 2 y Díaz, 4.

Kullamäe es presionado por el local Ahonen. | BSA

El tiempo de descanso no sentó bien a los pupilos de Pérez y Tomàs. Breogán cambió algunos detalles defensivos y los baleares sufrieron un apagón ofensivo. En los primeros 7 minutos Palma, que no se sentía cómodo y parecía que jugaba encorsetado, sólo anotó 4 puntos (Harrell y Mc Donnell) recibiendo un parcial de 13-4. Le costaba jugar en transición, una de sus mejores armas. Kacinas desde la línea de 3 castigó la irregular defensa visitante. A falta de un minuto el electrónico señalaba un casi definitivo 63-43. Se llegó al final con un 64-45 con un parcial de cuarto de 23-11.

Empezó el último período y sólo un milagro podía revertir la situación. Los mallorquines se olvidaron del marcador y jugaron a lo que saben. Entraron en cancha Correia y Rivas y se produjo una reacción insuficiente. Los jugadores se soltaron. Los triples que antes no entraban, empezaron a entrar y liderados por Harrell, autor de 13 puntos en este cuarto, el Palmer se situó a falta de 2 minutos, después de 4 puntos consecutivos de Mc Donnell, a 8: 78-70. Palma lo intentó, pero Breogán supo jugar mejor las últimas posesiones y se llegó al final con un 87-72.

El miércoles en Son Moix, segundo partido, decisivo para los mallorquines, que deben ganar.

«No hemos podido igualar su intensidad»

"No hemos podido igualar su intensidad"

El entrenador del Palmer Palma Alma Mediterránea, Pau Tomàs, señaló que el Breogán, al que felicitó por la victoria, realizó un partido muy serio. «Han estado muy acertados en tiros de tres y debajo del aro nos han castigado mucho. Intentaremos seguir compitiendo, ponérselo difícil y levantar la cabeza el miércoles en el Palau». Respecto al tercer cuarto, con un parcial de 23-11 para los locales, lo explicó diciendo que «han aumentado su nivel defensivo. En el descanso hemos dicho que teníamos que igualar su nivel de intensidad, pero no hemos podido aunque hemos tenido una reacción en el último cuarto. Hay que pensar en el partido del miércoles, que es decisivo», concluyó.