Daniela García Tena continúa haciéndose un hueco en la historia del atletismo nacional, ya que es la nueva poseedora del récord de España sub-23 de los 1.000 metros lisos, con un registro de 2:39.66, que es la sexta marca absoluta española de todos los tiempos. Y con solo 19 años.
Campeona de España sub-23, subcampeona absoluta de pista cubierta y semifinalista en los Europeos absolutos del presente año, logró el pasado miércoles en Nerja un nuevo hito. Subió a lo más alto de la tabla de récords de la categoría sub-23 avanzando a Jacqueline Martín, que en 1996 corrió en 2:44.22 los 1.000 metros. Además, ha batido el récord absoluto de Balears en posesión de Natalia Romero, con 2:46.10.
La carrera de Nerja, que se pudo ver por streaming, tenía en liza a dos atletas mallorquinas, Daniela García y Joana Maria Rigo, del S’Hostal de Montuïri. En un principio tiró Esther Guerrero siguiendo la estela de la liebre, que venía con las miras puestas en batir el récord de España; comandó la carrera todo el tiempo y finalizó con 2:38.58 (el récord de Mayte Martínez es 2:33.06).
Daniela García iba en un segundo grupo, pero a falta de 300 metros comenzó a progresar y a los de 200 metros de la llegada acortó distancias hasta acercarse peligrosamente a Guerrero, acabando segunda con 2:39.66. Solange Andrea Pereira (2:41.23) y María González (2:43.29), que entraron tras ella, también rebajaron la anterior plusmarca.
Joana María Rigo, que tiene 17 años, compitió a muy buen nivel, finalizando sexta con 2:56.63, que es una de las mejores marcas nacionales de su categoría.
«Cuando Esther Guerrero iba tan adelantada en un momento desperté y me dije ‘esta no me coge tanto tiempo’, y le recorté unos cuatro segundos», comentó Daniela García sobre la carrera.
«En estos momentos no sabía cómo me encontraba realmente, era más bien para probar, pero vista la facilidad con la que pasé los 800 metros (2:07) y la fuerza con que finalicé la carrera ya me he hecho ilusiones de medalla en los Campeonatos de Europa sub-23. Y ya empieza a picarme el gusanillo de hacer mínima para la Olimpiada de Tokio, aunque siempre con los pies en el suelo», explicó la calvianera en declaraciones a Diario de Mallorca.
Cansada después de cinco horas de coche, estaba ya descansando en el CAR de Madrid a las tres de la tarde. «Este récord es un sueño que me da fuerzas para seguir rebajando mis marcas y, sobre todo, es un gran honor y orgullo estar en la tabla de récords, que es por lo que se recuerda a los atletas», aseguró.
Como curiosidad, todas las atletas corrían con las novedosas zapatillas con plantilla de carbono excepto ella, por lo que su registro es aún más valioso. La marca que la viste (New Balance) aún no se las ha entregado.
