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Baloncesto

El Río Breogán abusa del Palmer Palma

Los mallorquines sufren una dura derrota en Lugo en un partido en el que se lo han puesto demasiado fácil al todopoderoso líder (97-66)

Jawara defiende a Larsen en el partido disputado en Lugo.

El Palmer Alma Mediterránea Palma estuvo ayer ante el Río Breogán muy lejos de su mejor versión. Si para vencer al todopoderoso líder de esta fase de ascenso ya había que rozar la perfección, los mallorquines se lo pusieron demasiado fácil en un duelo en el que, a excepción de un esperanzador arranque, hubo poca historia. Perder era previsible, pero no de esta manera (97-66)

Los de Pau Tomàs y Álex Pérez fueron muy inferiores y exhibieron su frustración por no haber podido mostrar las virtudes que les han llevado a luchar entre los mejores. Sin poder correr, con una defensa muy blanda, desconocida en este grupo de jugadores en la mayor parte del curso, y con numerosas precipitaciones en ataque, sirvieron en bandeja el triunfo a los gallegos, que sumaron el triunfo sin apretar el acelerador. Y eso es lo que duele. Porque este Palmer Palma, como demostró en el encuentro en el Palau de Son Moix ante los lucenses, está para competir contra cualquiera, pero se convierte en vulgar cuando se desactiva. Y fue el caso de lo sucedido en Lugo. 

Ahora toca vencer al colista Palencia en casa en la próxima jornada para encarrilar el billete para el play-off de ascenso a la ACB. La derrota del Valladolid, que sigue a una victoria, frente al Tau Castelló (83-88) es un alivio porque reduce las urgencias a falta de solo dos jornadas para el final

El primer cuarto invitó al optimismo. Los baleares se pusieron 0-6 nada más empezar, y supieron ir por delante en el electrónico, con 14-18 para cerrarlo. El Palmer mostró el acierto, con un buen Jacobo Díaz, y la intensidad atrás que después echó de menos en el resto del duelo. Pero el incombustible Salva Arco empezó su festival particular para dejar sin respuesta a los isleños. Su triple les puso por delante 22-20 y, a partir de ahí, algo se torció en el ánimo de los visitantes, que no pudieron evitar que la desventaja fuera creciendo cada vez más. Un triple de Harrell la dejó en nueve puntos cuando se marcharon al descanso (42-33).

Había margen para la reacción, sobre todo cuando otro acierto de tres de Jacobo Díaz acercó al Palmer a seis (42-36) ante un Breogán que no estaba tan fino. Fue un momento clave del encuentro, pero la sucesión de ataques de los de Ciutat se convirtieron en un error tras otro, con malas decisiones a la hora de lanzar, sobre todo con un Pol Figueras, tan inspirado en otras ocasiones, que no le hizo ningún favor a su equipo. Le faltó calma, como al resto de sus compañeros. 

El Palmer no podía correr, no podía aprovecharse de sus características transiciones rápidas, un mérito también del técnico local, Diego Epifanio, que demostró que conocía muy bien los peligros del adversario. El problema, además, es que los visitantes tampoco intentaron jugar en estático, no había plan B. A Kullamae no le dejaban ni respirar y Harrell tampoco fue el de otras ocasiones, por lo que no había mucho que hacer.

A partir de ahí, el Breogán se puso serio y el Palmer se empezó a despedir. Salva Arco, con tres triples, abrió una brecha de las que hacen daño. El tercer cuarto finalizó con quince de diferencia (64-49), pero es que el último parcial ya fue para olvidar. Ya no había nada que hacer. 

Lo bueno es que este Palmer Palma ya ha demostrado en más de una ocasión, como ante el Almansa en la primera fase o en Oviedo, hace unas semanas, que sabe levantarse tras palizas como esta. Menos mal. A seguir.

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