El Palmer Palma no pudo vencer al equipo más sólido de la competición. El Leyma Coruña demostró ayer en Son Moix ser un aspirante serio al ascenso (65-75). Y lo hizo explotando sus virtudes y descentrando a los locales. El conjunto mallorquín lo intentó y en el último cuarto se acercó a 4 puntos, pero la historia de la semana pasada no se repitió.
Los naranjas mandaron en el electrónico durante todo el encuentro y los de negro, más fallones de lo habitual, no pudieron imponer el estilo de juego al que tienen acostumbrados a los aficionados. El físico visitante superó el talento individual local y eso fue suficiente para marcar las diferencias en el Palau d’Esports de Son Moix.
El partido se inició con un Figueras acertado en ataque, que anotó los 5 primeros puntos del encuentro, la única ventaja obtenida por el Palmer en los cuarenta minutos. Pero con el paso de las posesiones los gallegos demostraron ser mejores en defensa, duros en la pintura y acertados en el triple (Matulionis, el mejor del partido, anotó 3 en este cuarto). Los isleños no se encontraban cómodos en ataque y en defensa concedían más de lo habitual. Cuando restaban 3 minutos y el marcador señalaba un 9-18, Álex Pérez pidió tiempo para parar la sangría. Y la reacción se produjo. A falta de 1 minuto, después de 4 puntos de Kullamäe, 2 de Figueras y 3 de Harrell, el marcador se ajustó (18-19) y Peña cerró el período con un triple dejándolo en 18-22.
Los de Álex Pérez y Pau Tomàs habían perdido demasiados balones y Coruña había dominado el rebote. Había que encontrar la solución lo antes posible. El segundo cuarto (8-15) fue claramente de los visitantes. Su defensa seguía limitando la producción ofensiva local, que en este tramo estuvo 5 minutos sin anotar. El Palmer necesitaba jugar con más control ofensivo, porque sus precipitaciones y ansiedad eran castigadas por su rival con transiciones rápidas.
"No hemos estado acertados en ataque, pero no hay que reprocharle nada al equipo", dice Pau Tomàs
A falta de 2 minutos la desventaja era de 13, todo un mundo (24-37). Y se llegó al descanso con un preocupante 26-37 en el electrónico. Pol Figueras, máximo anotador de su equipo en la primera parte y el jugador que aporta criterio en ataque, estuvo muchos minutos sentado en el banco – había cometido 2 personales – y su equipo lo notó. El tiempo de descanso sirvió para que en el tercer período los inmobiliarios mejoraran la disciplina ofensiva y dieran una vuelta de tuerca más en defensa. Pero esta mejora sólo sirvió para equilibrar el parcial del cuarto (19-19). La ventaja siempre rondaba los 10 puntos, Coruña seguía mostrándose como un equipo sólido y los de Ciutat seguían con poco acierto en ataque: 45-56.
Y se llegaba al tramo decisivo. Los aficionados del Palmer Palma esperaban la reacción. Y esta se acarició, pero no se consumó. A falta de 7:45 para el final, Matulionis acertaba con un nuevo triple y conseguía una ventaja de +14 para los suyos (47-61).
A partir de este momento se produjo una reacción local insuficiente con un Jawara decisivo, autor de 6 puntos consecutivos, y a falta de 5 minutos, después de una canasta de Díaz, el marcador señalaba un 55-63. La remontada, como ante el Liberbank Oviedo, parecía que podía repetirse. Fueron los minutos más clarividentes de Kullamäe, que anotó 7 puntos consecutivos. Y se produjo un lance determinante, a falta de 1:14 y con 65-69 en el electrónico. Harrell llega en transición y se jugó un triple que no entró. Aquí murió el partido. El Palma después arriesgó en defensa y Coruña lo aprovechó. El partido finalizó con la victoria gallega por 65-75.
