Mateu Alemany arropó a Joan Laporta en su segunda investidura como presidente del Barça. El mallorquín, que será el más alto ejecutivo deportivo y apoyará a la secretaría técnica que encabezará Jordi Cruyff, fue uno de los 300 invitados a la toma posesión en el Camp Nou.

No llevaba papel escrito. Duró media hora su discurso. Improvisado en su exposición pero con una línea argumental rotunda en su toma de posesión. Joan Laporta subrayó que «habrá un liderazgo fuerte». «El reto es difícil, pero no nos da miedo. Espero que sea una etapa esplendorosa»,comentó el dirigente, quien terminó llorando al recordar su padre, ya desaparecido.

«Como dijo Johan en este estadio con motivo de su homenaje: ‘¡Solo Dios sabe lo que ha costado llegar hasta aquí!», comentó. «Encaro esta etapa con humildad, generosidad, valentía, siempre con optimismo. Queremos devolver la alegría al barcelonismo», proclamó en varias ocasiones. «El Barça es una gran familia», añadió Laporta, que señaló que «la situación económica del club ha generado preocupación y la prioridad es que vuelva a ser sostenible».

Laporta saluda a Messi.

«Tenemos un plan de choque para revertir esto. Nos da respeto, pero no nos asusta. Tomaremos decisiones valientes si es necesario», advirtió, antes de lanzar su primer guiño a Messi: «Intentaremos que continúe porque es el mejor jugador de la historia. Te tengo mucha estima y el Barça te quiere mucho. Si estuviera este campo lleno cuando jugáis, seguro que no te podrías ir».

La mallorquina Patri Guijarro, a la derecha, acudió como capitana del equipo femenino.