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«Empezó recopilando libros como una pasión, pero pronto se convirtió en una obsesión»

Joana Maria Pujol, viuda del empresario y promotor Pep Buades Costa, recuerda con cariño la afición de su marido por coleccionar más de 11.000 ejemplares de temática deportiva: «Él estaría muy orgulloso con la donación que hemos hecho al Govern»

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Joana Maria Pujol, viuda de Pep Buades Costa, muestra los recuerdos de temática deportiva de su marido B. Ramon

Pep Buades Costa estaba enamorado del deporte, sentía una pasión desmesurada por el fútbol y tenía una obsesión, casi enfermiza, por recopilar libros de cualquier temática deportiva. En su haber contaba con una biblioteca de más de 11.000 ejemplares que cuidaba con sumo mimo y que almacenaba en varios locales de su propiedad.

El pasado martes su familia donó dicha colección al Centro de Interpretación del Deporte como voluntad del que fuera uno de los empresarios más importantes de la isla. Su legado ahora es patrimonio de Balears, pero su trabajo en vida, promocionando el deporte, significó mucho más.

«Estoy segura de que estaría contentísimo de ver cómo hemos cumplido su voluntad», reconoce su mujer, Joana Maria Pujol, emocionada. «Tenía una especie de obsesión con la recopilación de todos esos ejemplares, pero al final es algo material que cumplirá mucho mejor su función en la biblioteca del velódromo, donde todo el mundo podrá consultarlos», reconoce a este diario.

Detrás de todos esos volúmenes, que ahora aguardan en varios palés para ser depositados en la biblioteca del Centro de Interpretación del Deporte, hay «mucho trabajo e ilusión». «Fue una afición que inició en el año 2000 y que nos fue introduciendo en casa sin casi darnos cuenta», recuerda su hija menor, Silvia Buades. «Empezó con una pequeña colección, pero pronto nos dimos cuenta de que se le estaba yendo de las manos. Casi nos tenía que sacar a nosotras de casa para poder guardar todo lo que compraba», rememoran entre risas y muchos recuerdos.

Así fue como, de una pequeña librería dedicada al fútbol en un rincón del domicilio familiar, Pep Buades pasó a montar una gran biblioteca del deporte en uno de los locales que poseía en Palma. «Él era una pequeña hormiguita. El mercadillo de Palma empezó siendo su principal fuente de ejemplares, pero pronto se abrió a otros rastros como el de Son Bugadelles en Santa Ponça o el de los domingos en Consell», explica Joana Maria: «A él le encantaba caminar, así que iba siempre de un lado a otro y aprovechaba sus viajes para ir haciendo más biblioteca. Siempre llegaba a casa con una bolsa bajo el brazo y los lunes nuestra secretaria Mari Carmen se encargaba de colocar los libros según su temática o idioma».

Pep Buades, quien falleció a los 86 años hace ahora tres, dedicó prácticamente toda su vida al deporte. Fue vocal de la Federación Balear de Fútbol en la etapa de Joan Seguí y vicepresidente con Antonio Borrás del Barrio. Durante más de una década organizó el Trofeo Ciutat de Palma de fútbol, además de convertirse en el presidente del equipo de fútbol sala Buades Electricista.

«Yo le recuerdo hojeando los libros que iba consiguiendo, pero tampoco tenía una gran obsesión por la lectura. Sí le gustaba compartir tiempo con sus nietos y a mi hijo mayor, por ejemplo, le enseñaba muchos ejemplares de fútbol. Como vio que le gustaban, empezó a buscar muchos cómics, para que el pequeño se entretuviera leyendo. También coleccionaba álbumes de cromos. Cuando le faltaba alguno me hacía escribirle a Panini para que nos los enviaran», recuerda Silvia.

«Es imposible calcular el valor de dicha colección. Al principio solo eran los ejemplares de los mercadillos, pero pronto empezó a aprovechar cualquier viaje que hacíamos para ir ampliando su biblioteca. Quizás estábamos en Madrid y me decía: ‘Vamos a dar una vuelta’. Tenía todo el trayecto bien planificado para pasar por varias librerías y acabar en el Rastro. Se las sabía todas», rememora risueña su mujer.

En el año 2011 Pep Buades donó en vida 8.207 libros, que sumados a los 3.247 que entregó su familia el pasado martes, asciende a 11.454 ejemplares, lo que convierte a la biblioteca del CIEIB en la quinta de temática deportiva más voluminosa de España: «Tanto mis hijas como yo estamos muy orgullosas de todo lo que esto significa y sé que para todos sus nietos también será siempre un motivo de orgullo. Era tremendo».

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