La homologación oficial por parte de la Federación Española de Rugby (FER) del nuevo campo del Germans Escalas (Palma) supone hacer realidad el sueño por el que durante tantos años ha luchado el rugby de las islas: el de disponer de un campo exclusivo para la práctica del deporte del balón ovalado.

Desde que arrancó el rugby en Balears en la década de los 80, el mal de este deporte - y que en gran parte truncaba su crecimiento - era precisamente el de la falta de un recinto propio para su enseñanza y práctica. 

De esta forma, muchas instalaciones - en su mayor parte futbolísticas - han sido empleadas para tal fin. Incluso han albergado partidos de carácter internacional, como un  España - Holanda (6 de Febrero de 2000, Seis Naciones B) en el campo de fútbol del Constancia, o un España-Escocia correspondiente al Europeo Femenino (17 Febrero de 2002) jugado en el Príncipes de España o un Europeo sub19 de rugby a 7 celebrado en las pistas de atletismo de Magaluf en Abril de 2013 por citar algunos ejemplos.

En todos los casos, ninguna de las instalaciones mencionadas eran exclusivas para la práctica del rugby. Más bien eran adaptadas para la ocasión, pero el día a día en lo que se refiere a su utilización era todo un sinfín de problemas para los practicantes del rugby de las islas.

Tras fracasar el intento de construcción en Son Flo de un campo exclusivo de rugby, finalmente se optó por acondicionar unos terrenos del polideportivo Germans Escalas para la construcción de un recinto exclusivo para el rugby. Y no se cerró el tema mucho antes porque en el 2010 el consistorio, que por aquel entonces gobernaba en Palma el Partido Popular, paró en seco el proyecto, y lo dejó en el cajón del olvido.

Con los actuales rectores, volvió a ponerse en marcha con un presupuesto de 1’6 millones de euros. Y solo la pandemia del coronavirus ha retrasado las obras de ejecución del que será a partir de ahora un nuevo núcleo en donde pueda crecer el rugby de Mallorca en general y el de Palma en particular, tan carente hasta la fecha de instalaciones para practicar el rugby si se exceptúa el Polideportivo ‘Príncipes de España’ o el campo de fútbol de Son Ximelis (Son Roca).

Desde los tiempos del ya desaparecido José Juan García (JJ), primer presidente de la Federación Balear hasta hoy, con Carlos Castellanos a los mandos del rugby balear, han pasado más de cuatro décadas. Por todo ello, la satisfacción por parte de la Federación «es total» reconoce el propio Castellanos en declaraciones a DIARIO de MALLORCA. «Desde hace cuatro años la FER exige unos requisitos para la homologación de campos de rugby que impone la Federación Internacional (World Rugby) para evitar que se jugase en recintos sin seguridad, de tal forma que ahora en el propio Príncipes de España no podrían disputarse ni partidos de categoría nacional ni siquiera autonómicos sub16/18. Solo partidos de categoría autonómica», explica.

De esta forma, la catalogación del Germans Escalas como de nivel B1 permitiría albergar «partidos internacionales así como de División de Honor», insistiendo el propio Castellanos, que el campo «es exclusivo para el deporte del rugby, diseñado con los marcajes propios para su práctica», y avanza que «en lo que queda de temporada, jugará sus partidos el Babarians, de División de Honor B».

Un deporte que no tenía su propia casa

Desde el aeródromo de Son Bonet pasando por el Poliesportiu Sant Ferran, el Estadio Balear, Poliesportiu Municipal de Sa Pobla, Na Capellera, el Camp Nou de Inca, Príncipes de España, La Antoniana, el campo de fútbol de Maganova, Colegio Scal de Magaluf, Son Ferrer, etcétera, pasando por los más actuales de Son Ximelis (Son Roca), Pollença, Binissalem, Es Figueral (Capdepera) y s’Arracó, entre muchos otros, el rugby en Mallorca ha tenido desde siempre un sello de trashumancia continuo, cambiando de terreno tanto para entrenar como para disputar partidos, tanto amistoso como oficiales. El hecho de poder contar a partir de ahora con una instalación propia para el deporte del quince supone un paso importante de cara al crecimiento de un deporte que actualmente tiene su núcleo duro en Calvià gracias al gran trabajo de El Toro, mientras que en Palma, tanto el Ponent como el Shamrock, verán ahora con el nuevo campo la gran oportunidad de crecer deportivamente.

Son Caliu, el siguiente

El próximo paso que aspira a dar la Balear de Rugby es la homologación del campo de Son Caliu (Calvià), cancha en donde desarrollan su labor deportiva los clubes El Toro y Babarians, para que también cuenten con el nivel B1. Para ello deberá cambiarse el césped, las marcas del campo y achicar el campo para cumplir con los requisitos de seguridad, aunque en este caso no será exclusivo para la práctica del rugby, ya que se seguirá compartiendo con el fútbol.