El líder Llucmajor regresó ayer a la competición tras el paréntesis vacacional por la Navidad y sumó su cuarta victoria consecutiva en el grupo C de la Liga EBA al imponerse 72-65 al Sants barcelonés en un partido muy disputado y duro y en el que los locales lograron desnivelar la balanza en los últimos minutos. Lo más destacable de este enfrentamiento se produjo al final del mismo cuando los jugadores de ambos conjuntos pudieron ducharse y emplear los vestuarios por primera vez en esta campaña.

No obstante, no pudieron hacerlo en el pabellón debido al fallo de las calderas y se vieron obligados a utilizar los del fútbol, en el lado opuesto del polideportivo.

El club llucmajorer, que cuenta con un proyecto ambicioso, ha solicitado al ayuntamiento de esta localidad poder emplear los vestuarios del pabellón, tanto en los entrenamientos, que son varios semanales, como en los partidos. Sin embargo, el consistorio no lo autoriza debido a que asegura no contar con recursos humanos ni económicos para limpiarlos una vez utilizados. Desde el club han sugerido varias alternativas mucho más económicas y por el momento han sido descartadas.

Esta situación ha producido malestar en la plantilla amarilla, máxime en este duro invierno.