A pesar de las adversidades que se han cebado en la plantilla del Poblense, en forma de positivos covid-19 que obligaron a guardar cuarentena y de las lesiones que aquejan a un elevado número de jugadores puntales en el esquema de Óscar Troya, se respiran ilusionantes sensaciones para afrontar el duelo que este mediodía, a las 12 horas, le enfrenta al Olot en partido único de la Copa del Rey. El choque será en el Estadio Municipal, con aforo limitado a 400 espectadores, con la esperanza de pasar y medirse a un Primera como Osasuna.

Después de pasar favorablemente las pruebas PCR a que fueron sometidos todos los integrantes de la plantilla y cuerpo técnico el pasado lunes, los jugadores disponibles realizaron la primera sesión grupal de entrenamiento preparatoria para el encuentro de hoy. Ayer por la tarde, finalizada la última sesión de trabajo, el técnico blaugrana convocó a los 16 jugadores disponibles, habida cuenta de las bajas de Mateu Ferrer, Lucas, Cendrós Álvaro y Dani Benítez, por lesión y de Pep Vidal, que debe guardar cuarentena hasta el próximo día 31.

Pese al extraño panorama, tanto Troya como sus jugadores se mostraron con ganas de pasar una eliminatoria que conlleva un premio especial como es el enfrentar al ganador con todo un histórico del fútbol español como es el Atlético Osasuna. «La Copa es para nosotros una competición sumamente apetecible, y más todavía por las especiales circunstancias que para nosotros la rodean», apostilló Troya, que añadió que, pese a las adversidades de los últimos días, «nos sentimos con la convicción, ilusión y ganas que nos caracterizan». El Olot, que milita en el grupo tercero de Segunda B, llega a sa Pobla clasificado en el penúltimo lugar, con 9 puntos, producto de dos victorias, tres empates y cuatro derrotas, con ocho goles a favor y catorce en contra. Una situación similar a la del Poblense, que con ocho puntos, ocupa la séptima posición de su grupo. Los mallorquines no pueden dejar escapar esta oportunidad.