El Palmer Alma Mediterránea Palma necesitaba una alegría de este calibre. Los mallorquines vencieron al Covirán Granada, líder del grupo B de la LEB Oro, en un partido que debe servir como punto de inflexión para lo que queda de curso tras este inicio tan extraño de temporada (63-70). Tocó fondo hace justo una semana ante el Almansa, pero el triunfo de anoche, el segundo del curso, inyecta una autoestima que evidencia que no todo estaba mal.

Los de Pau Tomàs y Álex Pérez, apoyados por unos extraordinarios Harrell (21 puntos), Kullamäe (14) y Díaz (15) y una gran defensa en los momentos clave del duelo, desarbolaron a un rival que solo había perdido un encuentro en las siete jornadas anteriores. El Palmer Palma demostró desde el principio que quería morder. Y por eso se puso por delante, con parciales de 4-10 y 8-12 que enviaban un mensaje a los andaluces de que lo iban a tener complicado, con Jawara y Kullamäe entonados. El primer parcial se cerró con empate a 16, pero era el día para dar la campanada. El buen inicio del Palmer Alma Mediterránea Palma se mantenía con buenos minutos en pista de Sean Mcdonelll y Ronnie Harrell Jr. para ponerse 16-28 en el marcador.

Álex Murphy anotaba de dos, pero el canterano Sergi Huguet anotaba tras rebote para mantener las distancias en el marcador (18-30). Se mantenía muy serio el conjunto palmesano en la pista y lograba marcharse al descanso en ventaja tras anotar Thomas Bropleh sobre la bocina (29-35).

El tercer cuarto arrancó con siete puntos consecutivos de Harrell, que situaban el 29-41 en el marcador. Muy intensos en defensa, y acertados en ataque, los baleares seguían con el pie apretado en el acelerador frente a un adversario que daba señales de vida gracias a un Bropleh que ponía el 39-43 en el marcador. Jacobo Díaz anotaba desde el tiro libre para seguir manteniendo firme al equipo, que lucía un gran juego atrás y acierto en ataque para llegar al último cuarto con un favorable 43-51.

El Granada metió mucho miedo en la fase decisiva y las ilusiones de los visitantes se tambalearon con un mate de Falla que igualaba el partido a 52. Había que volver a empezar. Y en ese momento apareció Jacobo Díaz marcando las diferencias para alejar a los suyos (54-58). Sus compañeros le secundaron a lo grande, con un Harrell inspirado (54-62). Lluís Costa, con un triple situaba el 57-62. De nuevo aparecía Murphy para anotar y acercar a su equipo 59-62 , pero una antideportiva de Thomas Bropleh la aprovechaba Harrell para anotar y poner el 59-64 en el marcador.

El equipo mallorquín se mantuvo muy duro y con oficio, a pesar de su juventud, y logró el premio más goloso de lo que se lleva de campaña (63-70). Este éxito no se debe quedar aquí. El Palmer Palma necesita más victorias para tranquilizar un ambiente que se enrareció demasiado tras el palo ante el Almansa. El Real Murcia y el Canoe son los siguientes rivales. Y debe volver a dar la talla.