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Emilio Collado: "Dejo al Poblense donde lo encontré: en Segunda División B"

El exsecretario del club de sa Pobla abandona su cargo tras cuatro décadas: «Tenía decidido que cuando el equipo ascendiera sería el momento de dejar paso a gente nueva»

Emilio Collado. J. Payeras

Una de las bajas más sensibles que ha registrado el Poblense esta temporada se ha producido en el organigrama administrativo del club. Emilio Collado Martínez dimitió como secretario general, después de 40 años de ejercer el cargo con plena entrega y ejemplar dedicación.

A los socios y aficionados del Poblense y tantas personas que le conocen en el mundillo del fútbol balear que puedan extrañarse de su decisión, ¿qué les dice Emilio Collado? 

Desde hace muchos años el Poblense viene compitiendo con regularidad, realizando magníficas campañas. Además, ha participado en once liguillas de ascenso a Segunda B, categoría en la que ya estuvo siete temporadas consecutivas siendo yo secretario del club. Desde hace varios años, tenía decidido que cuando el equipo volviera a conseguir el ascenso sería el momento de dejar paso a gente nueva que, con su juventud, pueda colaborar a mantener la categoría durante muchos años. He aprovechado este dulce momento que estamos disfrutando para dejar este honroso puesto en el mismo lugar donde lo encontré: en Segunda División B.

¿Cuándo se produjo su llegada a la secretaría del club?

Estando en la presidencia José Alorda (en el año 1981), me propuso que me hiciera cargo de la secretaría del club. Me lo pensé y acepté porque era una tarea compatible con mi trabajo profesional al frente de la oficina de Correos de sa Pobla.

A lo largo de los años ha tenido que afrontar situaciones difíciles y delicadas.

En mi caso, una de estas situaciones, tal vez la más delicada, se produjo cuando la noche del 12 de julio de 1988, en la asamblea general de socios, la directiva que presidía José Alorda presentó su dimisión en pleno. Ello obligaba a que de aquella asamblea saliera constituida una junta gestora y nadie se atrevía a dar un paso al frente, hasta que lo hizo el recordado Xisco Serra, ante la extrañeza y descontento de sus compañeros de directiva. Se tenía que hacer frente a la séptima temporada consecutiva del Poblense en Segunda B o renunciar a la categoría con todas las consecuencias que ello hubiera conllevado. Finalmente se optó para que se perdiera la categoría compitiendo en los terrenos de juego antes que hacerlo en los despachos. Algunos otros directivos, como fue el caso de Toni Fornari, apoyaron la decisión de Serra y aquella misma noche quedó constituida la preceptiva junta gestora. 

Y el Poblense siguió en la competición. 

Así fue. El propio Xisco Serra convenció al industrial Jume Fiol para que se hiciera cargo de la presidencia del club y con Luis Cela como entrenador de un modesto equipo, adaptado a la precaria situación económica, se afrontó la temporada 1988-89, que culminó con el anunciado descenso a Tercera División.

Otro vacío de poder en el club se produjo tras la muerte de Xisco Serra.

Sí, un hueco que provisionalmente llenó José Luis Vicente, hasta que un grupo de directivos tratamos de convencer a Xisco Mir, para que se produjera la fusión de su club el Casa Miss/Jotul y accediera él a la presidencia del Poblense, cargo que desempeñó desde la temporada 2000/01 hasta la 2009, hasta la entrada de Miquel Bennàssar ‘Molondro’.

¿Los buenos momentos o triunfos deportivos hacen olvidar los malos?

El Poblense se trata de un club cuyos equipos han protagonizado importantes gestas deportivas que han supuesto grandes alegrías para su afición, desde jugar en aquella potente Tercera División Nacional ante grandes equipos de la península o el histórico ascenso a la Segunda División B en la que militamos siete temporadas consecutivas y otras importantes gestas de los equipos base. Sí, estas alegrías, que han sido muchas, compensan los momentos difíciles.

Su trayectoria como secretario del Poblense se le ha sido reconocida a través de varias distinciones.

Sí, son reconocimientos gratificantes y que merecen mi máximo agradecimiento, que me han llegado de la Federació Balear de Fútbol, del propio club con la imposición de su ‘Insignia d’Or’, o el reconocimiento “Honorífic” de la Nit de l’Esport Pobler, organizada por la conselleria d’Esports del ayuntamiento de sa Pobla.

¿Alguna anécdota que le haya ocurrido durante esas casi cuatro décadas? 

Sin haber jugado nunca al fútbol, el año 1983 decidí sacarme el título de entrenador nivel uno hasta juveniles y para fútbol sala, junto con dos buenos amigos y destacados futbolistas como Chango Díaz y Martí Munar. Fue una experiencia muy bonita, provechosa y gratificante aprender los aspectos tácticos y técnicos del fútbol, si bien debo añadir que nunca ejercí de entrenador.

Es de suponer que deja en su puesto un relevo.

Sin lugar a dudas que el Poblense tiene mi relevo garantizado, con valiosísimos candidatos que ocuparán el puesto con sobradas garantías de éxito, y que en breve será puesto en conocimiento de los socios, estamentos federativos y autoridades deportivas.

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