Juan de Dios Román, exseleccionador nacional y expresidente de la Real Federación Española de Balonmano, ha fallecido este sábado en Madrid, según ha confirmado la propia federación. El extécnico, nacido en Mérida hace 77 años, se encontraba en estado muy grave desde el pasado miércoles, cuando sufrió un derrame cerebral irreversible.

Juan de Dios es probablemente la figura más importante de la historia del balonmano español, tanto por su trayectoria en la Asobal como por haber conducido a la selección española a sus primeros éxitos internacionales y a convertirla, como técnico y como directivo, en la potencia que sigue siendo hoy en el panorama mundial.

Al balonmano por casualidad

No jugó nunca a balonmano ni estaba en sus planes entrenarlo y, sin embargo, el balonmano español no sería hoy igual sin su huella. Llegó a este deporte casi por casualidad, a través de una beca que le permitió añadir la licenciatura de Educación Física a las de Filosofía y Letras y Magisterio. Nunca dejó de ser un maestro. "El jugador ha sido para mí un alumno y un hijo para mejorar, y en esa exigencia para mejorar unas veces era profesor y otras veces era padre", reconoció en una entrevista en el 2018, tras ser reconocido con el Premio Nacional del Deporte.

Se estrenó como técnico con 22 años, en 1964, en el Colegio de Padres Jesuitas de Chamartín, donde logró el que consideraba el mayor éxito de su carrera. "Empecé con el equipo de niños alevín, de 12 años, y se despidieron del colegio siendo campeones de España de juveniles. Pasaron de cero, de no saber correr con la pelota, a estar en la cúpula. Es una experiencia formativa formidable", rememoraba en el diario 'Hoy'.

La esquiva Copa de Europa

Siete años después tomó las riendas del Atlético de Madrid, con el que consiguió cinco ligas y cinco copas, además de quedarse a las puertas de la Copa de Europa, barrido en la final de 1985 por la imponente Metaloplastika de Yugoslavia. Tardaría 20 años en poder sacarse la espina con esta competición.

El técnico extremeño se hizo cargo de la selección española entre 1985 y 1988 (5ª en el Mundial de 1986 y 9ª en los JJOO de Seúl) y, tras volver a un Atlético al que Jesús Gil hizo desaparecer como sección por su déficit económico, volvió a tomar las riendas de España (1995-2000), que, ahora sí, se haría un hueco en los podios internacionales.

Las primeras medallas

En esta segunda etapa llegaron tres medallas en los Europeos (plata en España-96 e Italia-98 y bronce en Croacia-2000) y un agridulce cuarto puesto en el Mundial de Egipto-99, pero, sobre todo, Juan de Dios Román condujo a España a dos podios olímpicos con los bronces de Atlanta-96 y Sídney-2000.

Posteriormente, y tras ejercer de comentarista en Televisión Española, se hizo cargo del banquillo del BM Ciudad Real, que con una importate inversión apostaba por convertirse en un grande de España y de Europa. Con el técnico extremeño logró conquistar el título de Liga, pero la Copa de Europa volvió a escaparse en el 2005, por un solo gol, en una final a doble partido contra el Barça.

El anuncio del cáncer

No volvería a sentarse en un banquillo, pero vio acabada su obra en el club manchego al año siguiente, ya como director deportivo. Con Talant Dujshebaev en el banquillo, el Ciudad Real derrotó en la final al Portland San Antonio (en pocos años tres Champions irían a parar a las vitrinas del Quixote Arena). El balonmano español estaba en su momento cumbre, en gran medida por la labor de un estudioso del balonmano, de sus reglas, un innovador capaz de hacer cambiar y evolucionar un deporte.

"Aquí el gran pionero fue Domingo Bárcenas y a mí me tocó seguirle. Hemos sembrado y ha quedado un estilo propio de hacer las cosas. Al cabo de los años acabas siendo medio bueno", señalaba con humildad al recibir el Premio Nacional del Deporte de manos del rey Felipe VI en enero del 2019. En aquella ceremonia desveló además que sufría un cáncer de pulmón: "Después de 50 años dedicado a mi deporte estoy encantado de estar aquí en unas circunstancias complicadas porque estoy superando un cáncer".

Más éxitos desde los despachos

Para entonces ya había dejado de ser presidente de la Federación Española (2008-2013), un mandato tanto o más exitoso que su paso por el banquillo, con la consecución del segundo título mundial del equipo masculino en el 2013 y los bronces del combinado femenino en el Mundial del 2011 y los JJOO de Londres del 2012. Aunque seguramente Juan de Dios torcería el bigote ante la glosa de los triunfos: "En el mundo del deporte no hay fracaso si se hace bien y hay empeño, aunque no haya resultados. Perder en deporte es algo lógico. El periodismo habla de una manera muy superficial de éxito o fracaso porque en el deporte se puede fracasar ganando y tener éxito perdiendo".