Hace dos domingos dejó matemáticamente sentenciado el Mundial de Fórmula Uno. Y este fin de semana, después de igualar el récord histórico de siete títulos del alemán Michael Schumacher, el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) entra triunfal y siete veces coronado en el reino de Bahrein, sede del decimoquinto Gran Premio de la temporada.

El Gran Premio se disputará en el circuito de Sakhir, en las afueras de Manama, la capital del archipiélago de la Península Arábiga. Una pista que la próxima semana repetirá, albergando la penúltima carrera de un curso que se cerrará un domingo después, en Abu Dabi. En el último 'programa triple' del certamen de la pandemia.

Hamilton, de 35 años, igualó la última gran plusmarca que le quedaba al 'Kaiser' en el pasado Gran Premio de Turquía, donde festejó su décimo triunfo del año. En una carrera en la que el mexicano Sergio Pérez (Racing Point) firmó su noveno podio desde que corre en la F1, tras acabar segundo; y en la que también brilló el español Carlos Sainz (McLaren), que remontó diez puestos en la resbaladiza pista del Istanbul Park antes de concluir quinto.

En Turquía acabó tercero el cuádruple campeón del mundo alemán Sebastian Vettel, que logró de esta forma su primer podio en su último año en Ferrari, en bajas horas a pesar de ser la escudería más laureada de la F1; y en la que lo sustituirá Sainz.

Nadie iguala los cuatro triunfos de Vettel -líder del cuatrienio glorioso de Red Bull (2010-13)- en Bahrein. Donde se compitió por primera vez en 2004 y que este fin de semana alberga la decimosexta edición de una carrera que se estrenó en el calendario el '04 del 04 del 04'. Que, desde entonces, se disputó de forma ininterrumpida; salvo en 2011, cuando, a causa de las revueltas internas, el reino del Golfo Pérsico renunció a organizar la primera prueba de ese año.

A las victorias de 'Seb' sólo se acercan el propio Hamilton y el doble campeón del mundo español Fernando Alonso (2005 y 2006), que festejó sus dos primeros triunfos en el corazón financiero de la Península Arábiga los años de sus títulos, con Renault -equipo con el que regresará a la categoría reina el año próximo-; y el tercero en 2010. Año en el que el genio astur se convirtió en el cuarto piloto en ganar en su debut con Ferrari, después del estadounidense Mario Andretti, el inglés Nigel Mansell y el finés Kimi Raikkonen.

Los monoplazas circularán de nuevo este fin de semana en Sakhir, un circuito de 5.412 metros; con 15 curvas -nueve a la derecha y seis izquierda- al que el domingo está previsto dar 57 vueltas para completar un recorrido de 308,2 kilómetros.

Este viernes arrancan los entrenamientos libres en una pista en la que se rodará con neumáticos de los compuestos de la gama intermedia: los C2 (duros, reconocibles por la raya blanca), C3 (medios, raya amarilla) y C4 (blandos, roja).

Un domingo después, en el denominado 'Gran Premio de Sakhir' se girará en la pista 'exterior'. La que conecta los sectores 1 y 3. De 3.543 metros, que es sólo un poco más larga que Mónaco y mucho más rápida. Pero ésa es, de momento, otra historia.

Confirmados los séptimos Mundiales de Hamilton y el de Mercedes -que había asegurado matemáticamente su séptima corona (seguida) de constructores el 1 de noviembre, en Imola-, no pocos se preguntarán qué queda en juego en las tres últimas carreras del Mundial.

Valtteri Bottas, compañero del inglés, pretende asegurar el subcampeonato con la segunda de las 'flechas plateadas' -de negro este año, contra el racismo-. El finlandés aventaja en 27 puntos al holandés Max Verstappen (Red Bull), que perdió la posibilidad de convertirse este año en el campeón más joven de la historia: honor que seguirá detentando Vettel.

El alemán sustituirá el curso próximo en Racing Point -que pasará a llamarse Aston Martin- al mexicano Sergio Pérez, cuyo futuro aún está por conocer- y que, a 70 puntos, tiene a difícil alcance la tercera plaza. Pero, tras su brillante actuación en Turquía, 'Checo' (que se perdió las dos carreras de Inglaterra, por positivo en covid-19 y único junto a Hamilton que ha sumado en todas las carreras que disputó) ya es cuarto en el Mundial, con 100 unidades.

Bien pegados al bravo piloto tapatío están el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) -quinto, con 97 puntos- y el australiano Daniel Ricciardo (Renault) -sexto, 96-. Que 'cederá' su monoplaza el año próximo a Alonso y se sentará en el que en McLaren ocupa Sainz. El talentoso piloto madrileño es séptimo, con 75, pero con tres carreras brillantes también podría soñar, incluso con el cuarto puesto final.

Sainz, que mejora en un solo punto al inglés Lando Norris, tiene a tiro, junto a su compañero en McLaren, la tercera plaza en el Mundial de constructores. En el que parece difícil que a Red Bull se le escape la segunda. Y en el que los de Woking están sólo cinco puntos por detrás del equipo de 'Checo'; pero tienen a Renault a 13 y a Ferrari a 19. En una categoría en la que, aparte de plazas y puntos, está en juego muchísimo dinero.

Y, tratándose de un campeón insaciable, Hamilton no renunciará a engrosar sus propios récords históricos de victorias (94) y 'poles' (97) en F1. Por si no lo tuviese claro aún, la consternación por el deceso del genio argentino Diego Armando Maradona le facilitará al astro inglés la comprensión de lo que es la inmortalidad.