Este 2020 debía ser el año de su consolidación, así lo reconocía Joan Mir antes de empezar el curso: «Suzuki aún tiene poca experiencia en MotoGP, así que no para esta temporada, pero sí para el 2021 o el 2022 el reto será, no ganar una carrera, si no ganar el título». Después de un inicio complicado en las tres primeras carreras, con dos ceros en su casillero, tanto él como Suzuki empezaron a entonarse y desde la cuarta carrera hasta la duodécima solo se bajó del podio en dos ocasiones.

Joan Mir es la regularidad hecha excelencia y así lo ha demostrado esta temporada. Saber navegar en un convulso año, con muchas variantes y variables, le ha servido para llegar a convertirse en el referente sin que apenas nadie se diera cuenta. La temporada 2020 de MotoGP será inolvidable por muchos motivos, entre los que se encuentra la ausencia de Marc Márquez o la gran cantidad de pilotos, nueve distintos, que han conseguido subirse al primer escalón del podio a lo largo del curso. Pero en este año tan complicado, Mir ha destacado sobre el resto para sumar el mayor éxito deportivo de su aún corta, pero prometedora, carrera.

Su primer podio en MotoGP llegó en la cuarta cita del Mundial. Fue en el Gran Premio de Austria, tras quedar por detrás del italiano Andrea Dovizioso en el circuito Red Bull Ring de Spielberg. El mallorquín asaltó el liderato en la décima prueba, con un tercer puesto en el Gran Premio de Aragón, posición que ya no abandonaría. La primera victoria se hizo esperar. No llegó hasta la antepenúltima prueba del curso, en Cheste, donde Mir dio un paso de gigante, colocándose, con 50 puntos en juego, a 37 de sus máximos perseguidores, Álex Rins y Fabio Quartararo. Un año lleno de éxitos para el mallorquín, que no empezó de la mejor manera.

El Gran Premio de España disputado en el circuito Ángel Nieto de Jerez de la Frontera, el pasado 19 de julio, dio el pistoletazo de salida a la categoría reina. La carrera estuvo marcada por la dura caída que sufrió Marc Márquez y que le apartó de los circuitos durante toda la temporada. El mallorquín del Team Suzuki tampoco tuvo suerte. Mir fue la primera víctima del vertiginoso ritmo de carrera que se vivió en Jerez, al probar el asfalto en la tercera vuelta del circuito.

La segunda parada del campeonato se produjo en el Gran Premio de Andalucía. El palmesano cosechó los primeros puntos del Mundial al finalizar quinto, en una carrera en la que volvió a dominar Fabio Quartararo (Yamaha) con verdadera solvencia. Con sus primeros puntos del curso, Mir se aupaba a la décimo primera posición de la tabla.

El Gran Premio de la República Checa, disputado el pasado 9 de agosto, supuso un nuevo batacazo deportivo y anímico para el balear. El piloto no pudo finalizar la prueba al irse al suelo tras un intento de adelantamiento accidentado del valenciano Iker Lecuona. Mir vio como sus buenas sensaciones se derrumbaban al poco de comenzar la carrera, en el cuarto giro del Gran Premio.

Tras un inicio más que titubeante, Mir asentó las bases de su temporada en el Gran Premio de Austria. Un año y medio después de su debut en MotoGP, el mallorquín conseguía subir por primera vez al podio en una carrera de la categoría reina. El piloto de Suzuki terminó en segunda posición después de una bonita pelea con Jack Miller, que cometió un error en la penúltima curva que le abrió la puerta a la segunda posición, por detrás de Dovizioso. Con este primer podio, Mir ascendía al noveno puesto de la general, con 31 puntos.

En el Gran Premio de Estiria, Mir se quedó con la miel en los labios. El piloto de Suzuki iba lanzado hacia el primer triunfo de su vida en MotoGP, pero una decisión de dirección de carrera le dejó sin gloria. Una bandera roja provocada por la caída de Viñales obligó a parar una carrera que tenía en la mano el mallorquín, que no ocultó su malestar al considerar que se quedó fuera del podio de manera injusta. El balear inició una actuación soberbia y logró escaparse en solitario hasta alcanzar una renta superior a los dos segundos sobre sus rivales, cuando de repente empezó a ondear la bandera. Tras el obligado paso por ‘boxes’, los neumáticos de su Suzuki ya no aguantaron en la segunda parte del Gran Premio, compuesto por 12 vueltas, y se tuvo que conformar con la cuarta posición final, viendo desde lejos la pelea por el triunfo entre Espargaró, Miller y Oliveira.

Mir regresó al trono solo una carrera después, en el Gran Premio de San Marino disputado en el circuito de Misano el pasado 13 de septiembre. El isleño se subió al podio después de una gran remontada, en la que exhibió un gran ritmo con el que logró superar a su compañero Álex Rins en los últimos giros y pasar a su ídolo, Valentino Rossi, en la última vuelta con un magistral interior. El balear le arrebató así el podio número 200 al italiano, muy cerca de su Tavullia natal, después de mostrar un gran rendimiento en el tramo final de la carrera. Con 60 puntos, el mallorquín se colocaba cuarto de la general.

Nuevamente en Misano, y solo una semana después, el campeón volvía a subirse al podio, en esta ocasión al segundo escalón en el Gran Premio de Emilia Romagna. Su tercer cajón en las últimas cuatro carreras le afianzaron como uno de los grandes candidatos al título. Mir remontó desde la undécima posición de parrilla hasta el segundo puesto, sumando 20 puntos que le mantuvieron cuarto en la general, pero a solo cuatro del liderato de Andrea Dovizioso.

El circuito de Montmeló acogió el 27 de septiembre el Gran Premio de Catalunya, donde el piloto de 23 años acabó nuevamente segundo y se colocó a ocho puntos del francés Fabio Quartararo. La segunda plaza del mallorquín supuso el cuarto podio para él en las cinco últimas pruebas. La regularidad del de Suzuki, esa tan buscada en este 2020, le otorgó irremediablemente el papel de favorito para conquistar el título mundial en la categoría reina.

Le Mans fue la sede de la novena prueba del curso. Mir aterrizaba en tierras galas como el piloto más en forma de la parrilla, pero desde la jornada de clasificación el mallorquín tuvo claro que el Gran Premio de Francia no iba a ser su carrera. «No me veo en el podio, no encuentro las mismas sensaciones de siempre», reconocía. El palmesano se conformó con la undécima posición y añadió cinco puntos en el casillero que le permitieron mantenerse segundo en la general. Mir se situó a diez del líder, Fabio Quartararo, que también finalizó en una discreta novena posición.

Con el regreso del Mundial a España, Mir consiguió lo que parecía solo un sueño al inicio del año, liderar la clasificación general de MotoGP tras sumar un nuevo podio en el Gran Premio de Aragón. El 18 de octubre el piloto de Suzuki abordó una plaza que ya no abandonaría en todo el curso. El descalabro de Quartararo en Motorland, que pasó de la ‘pole’ a la décimo octava posición en carrera, ayudó en la inteligente carrera que programó el mallorquín, quien se situó con 121 puntos a seis de su máximo perseguidor, el francés de Yamaha.

Una semana después, otra vez en Motorland, el balear volvió a hacer los deberes sumando una tercera plaza con la que puso distancia en la general. En el Gran Premio de Teruel, Mir remontó desde la cuarta línea de la parrilla hasta un nuevo podio. Volvió a arañar puntos con Quartararo, ocho más, y su compañero de marca, Álex Rins, se sumó a la lista de candidatos tras firmar un primer puesto en carrera.

Uno de los grandes momentos del campeonato llegó en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, el pasado 8 de noviembre. El piloto consiguió firmar la primera victoria de su carrera en MotoGP al vencer en el Gran Premio de Europa. En una temporada de vaivenes, Mir se convirtió en el noveno ganador diferente de la máxima cilindrada y fue escoltado en el cajón por sus compatriotas Álex Rins y Pol Espargaró. Con 50 puntos en juego y a 37 de sus máximos perseguidores, Rins y Quartararo, Mir tan solo necesitaba un podio en la penúltima carrera del Mundial para levantar el cetro.

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Y así fue. El piloto de Suzuki se convirtió este domingo en el nuevo campeón tras finalizar séptimo en la carrera del Gran Premio de la Comunitat Valenciana, un resultado que le permitió sumar los puntos necesarios para garantizarse el título de manera matemática. Mir realizó una carrera muy inteligente, sabiendo en todo momento lo que tenía que hacer y con la idea de no correr nunca el más mínimo riesgo.

Con Quartararo por los suelos casi a las primeras de cambio y un Rins que tampoco consiguió meterse en el podio, el mallorquín hizo números para cerrar una carrera aparentemente plácida, en la que reconoció, sufrió «más de lo esperado». El isleño dio este domingo al motociclismo español su quincuagésimo tercer título mundial, además de ser el campeón de la clase reina que consigue dicho logro en solo su quinto año en el Mundial. Valentino Rossi y Marc Márquez necesitaron seis, al igual que Casey Stoner, Kenny Roberts Jr o Mick Doohan. Lorenzo, por ejemplo, no lo consiguió hasta los nueve.