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Joan Mir pone la directa hacia el título

La regularidad y consistencia del piloto mallorquín son sus principales bazas para levantar el Mundial en las cuatro carreras que restan

Joan Mir, concentrado, en la parrilla de salida del Gran Premio de Aragón.

Joan Mir vuela hacia el título de MotoGP. A falta de cuatro carreras para que finalice el campeonato, y todavía con 100 puntos en juego, el piloto mallorquín lidera por primera vez la clasificación de la categoría reina. Con la todavía asignatura pendiente de subirse al escalón más alto del podio en un Gran Premio, el palmesano de Suzuki no renuncia absolutamente a nada: «Yo quiero el título tanto como el resto de pilotos, pero lo que yo busco ahora es la victoria y no voy a cambiar la forma en la que afronto las carreras. Voy a seguir por este camino, tratando de lograrla. Si después tengo suficientes puntos, entonces ya empezaré a pensar en el campeonato».

Ahora mismo la ventaja que tiene el mallorquín con respecto a sus máximos perseguidores es mínima. Mir saca seis puntos al francés Fabio Quartararo, doce a Maverick Viñales y quince a Andrea Dovizioso; pero si algo ha demostrado el piloto de Suzuki a lo largo de la temporada es una gran regularidad. Pese a no haber ganado ninguna carrera, el palmesano de 23 años es el piloto que más podios acumula a lo largo del curso, un total de cinco, y solo ha dejado de puntuar en una carrera, en el circuito de Brno.

Para que Joan Mir pueda coronarse campeón en su segundo año en MotoGP también deberá superar una asignatura que le está lastrando cada domingo: la preocupante falta de ritmo a una vuelta. Las clasificaciones de Mir en las previas han pesado sobre sus resultados. 8º, 10º, 9º, 6º, 4º, 8º, 11º, 8º, 14º, y 6º son las posiciones del inicio de parrilla que atesora en los Grandes Premios. Hasta el momento no cuenta con ninguna primera línea y, salvo un cuarto puesto en Austria, en el resto de trazados siempre ha tenido que hacer virguerías para subir posiciones durante la carrera.

Un amigo en la parrilla, Álex Rins

Joan Mir cuenta en la parrilla de MotoGP con una baza importante. El mallorquín comparte boxes con el catalán Álex Rins, ahora mismo séptimo en la general, quien este pasado domingo logró la victoria en Motorland y con quien el palmesano guarda una buena amistad. En caso de necesidad, a Suzuki no le temblará la mano. Las instrucciones del equipo serán claras si se da la circunstancia de que Rins pueda ayudar a su compañero en la clasificación. El catalán ya reconoció hace unos días que no tendría ningún problema de darse el caso: «Si yo no tengo oportunidad de ganar el campeonato, por supuesto que trataría de ayudar a Joan. Es algo que ya hice en Honda en Moto3, con Àlex Márquez, y no tiene ningún sentido lo contrario. Si tú quieres hacer que el equipo suba a lo más alto, y no tienes oportunidad ya de ganar el campeonato, claro que tienes que ayudar al compañero de equipo».

Desde el año 2000, en el que Kenny Roberts Jr. se adjudicó el Mundial, ningún otro piloto de Suzuki ha logrado subirse al primer escalón del podio al final de temporada. Un año antes, en 1999, se produjo la victoria del último piloto que ganó un campeonato sin haberse impuesto en ninguna carrera. Emili Alzamora consiguió alzarse con el título mundial, con un punto de diferencia sobre el piloto italiano Marco Melandri, que intentó tirarle en el último Gran Premio. Mir está dispuesto a acabar con estos años de sequía. Por delante le quedan cuatro carreras en las que quiere dar un golpe sobre la mesa y demostrar su valía.

Precaución

«A mí, el positivo de Rossi me acojona». Así de sincero se mostró Joan Mir, tras conocerse que el piloto italiano Valentino Rossi volvería a ser baja en Motorland debido a su positivo en coronavirus. Y es que un descuido podría echar por la borda todo el trabajo del piloto mallorquín a lo largo de la temporada: «Yo, la verdad, es que cuando ves que el tío que, en teoría, más protegido ha de estar, el piloto más experto, el más controlado, da positivo, te acojonas. A mí, lo de ‘Vale’ me ha acojonado. Y demuestra, desde luego, que debemos extremar aún más las medidas y hay que replantearse que si lo hacemos bien aún hay que hacerlo mejor. Hay que minimizar las posibilidades pero, insisto, si lo coge Rossi es que lo podemos coger cualquiera».


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