Lo que son las cosas. Resulta increíble, la verdad, pero, tal vez, tal vez, eso es lo que demuestra de que pasta está hecho el mallorquín Joan Mir. Bueno, está hecho del material con el que se fabrican los sueños, eso es evidente. Nadie, absolutamente nadie, no ya en el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP, no, no, ni siquiera en el campeonato más barato del deporte más irrelevante, hubiese vivido con tanto enfado y escasa alegría encaramarse, sí, sí, encaramarse a la cúspide de la clasificación mundial del campeonato de los reyes de la velocidad, de esos tipos que lanzan sus cohetes a 350 kilómetros por hora, velocidad que alcanzaban ayer todas las motos de la categoría reina en la recta larga de Motorland .

Pero Mir, que realizó una carrera (casi) perfecta, es la pura perfección. Bueno, es más, mucho más, es un joven ambicioso (en el mejor sentido de la palabra) y poco le importa no solo haber acabado el Gran Premio de Aragón tercero, en el podio, ser el piloto que más ‘cajones’ ha conseguido esta temporada (cinco en 10 carreras) y, por supuesto, parece no tener importancia que ya es líder del Mundial, con 6 puntos más que el francés Fabio Quartararo, que acabó 18º.

Mir cree que la carrera de ayer la podía ganar. Sí, sí, claro, como muchas anteriores. Mir cree que si su neumático delantero no se viene abajo en las últimas cinco vueltas, le hubiera peleado la victoria a su compañero de equipo, Álex Rins, octavo vencedor de la temporada y hubiera logrado ese triunfo que tanto dice necesitar, pues a él no le gustaría (a mi sí y a usted, fijo que también) ser campeón sin ganar ninguna carrera, como ya hizo Emilio Alzamora, en 1999, cuando se proclamó campeón de 125cc sin ganar un solo GP.

«No, haber, es verdad que estoy un poco enfadado, pero feliz a la vez, muy feliz. No soy tonto, sé que ser líder del Mundial es un sueño para cualquiera de nosotros, es lo que todos los pilotos de la parrilla de MotoGP desearían, pero, tal y como ha ido la carrera, la verdad es que estoy algo decepcionado y rabioso porque es otra oportunidad que pierdo para ganar mi primer GP», comentó Mir. «Me sentía muy bien sobre la moto y da un poco de rabia perder esa posibilidad, pero la verdad es que, al final, no podía forzar más a no ser que arriesgase perder todo lo que había ganado. Montamos el neumático blando delante porque el medio delantero no habíamos tenido tiempo de probarlo y, sí, me ha faltado goma en las últimas vueltas». Mir, que, claro, cómo no, defiende que «lo importante es ser líder del Mundial en la última vuelta del último GP, en Portimao», está muy orgulloso de lo hecho, pero siempre quiere más. «Es evidente que estamos en la mejor posición de todos para aspirar al título porque, de momento, ya falta una carrera menos y hemos conseguido colocarnos líderes y, si, por cualquier cosa, se tuerce la cosa, todo eso que hemos adelantado». El mallorquín que, sin duda, de necesitarlo en estas cuatro últimas carreras tendrá el apoyo total de su compañero Rins, porque ambos lo han comentado en reiteradas ocasiones, cree que «hay que seguir con los pies en el suelo, hay que seguir trabajando duro, no solo en carrera, mejorar la ‘quali’, aunque esta vez ya hemos arrancado desde la segunda fila, y, eso sí, ser inteligentes el domingo. Hay que ser como los buenos equipos de fútbol que cuando juegan bien, ganan y, cuando les toca un mal día, empatan, pues nosotros igual, si se puede podio, sino a seguir sumando».

Augusto Fernández, ayer en los boxes de su equipo.

Augusto Fernández, por otra parte, no pudo pasar de la undécima posición en el Gran Premio de Aragón. El piloto mallorquín sufrió para acabar en mitad de la tabla en la categoría intermedia. La temporada del piloto del equipo EG 0,0 Marc VDS está siendo muy discreta en cuestión de resultados, pero ayer se conoció el motivo. Augusto Fernández sufre el síndrome compartimental, una afección que afecta normalmente a los pilotos de motociclismo y que provoca que la musculatura de los antebrazos se ensanche más de lo debido, ocasionando fuertes dolores provocados por la compresión del compartimiento que incluye tejido muscular, nervios y vasos sanguíneos. Pese a que la intención del piloto mallorquín, en un principio, era la de operarse una vez finalizada la temporada de Moto2, es muy probable que Augusto pase por los quirófanos antes de que acabe el año, para poder recuperarse lo antes posible de cara a la próxima temporada.