«Estoy muy tranquilo. Mi preparación no se va a ver muy afectada, porque mi objetivo es estar en la final de los Juegos». Joanllu Pons se mostró ayer resignado por la decisión de la Federación Española de Natación (RFEN) de reabrir el proceso de clasificación para Tokio.
El solleric señaló que «realmente estaba preclasificado, tenía la mínima a mano». «No hay mucha competencia en mi prueba», añadió el nadador del CN Sant Andreu, que ‘solo’ tenía que ratificar su mínima en el Open nacional de este año que se suspendió por el coronavirus. «Desde que conseguí la primera mínima (en diciembre de 2019) ya he bajado cuatro veces la marca exigida. Si no estoy clasificado es porque la Federación no quiere», aseveró en declaraciones a este diario. «Pero no es algo que me preocupe. Estoy muy tranquilo», sentenció.
Sin embargo, sí dejó sentir el malestar entre los seis nadadores que ya tenían el billete a Tokio en la mano. «Nos ha sorprendido un poco a la gente que ya estábamos preclasificados; no somos nuevos, llevamos mucho tiempo compitiendo, nos conocen y saben con quiénes entrenamos», expresó, y agregó: «Quizás les da miedo a abrir la mano y que pueda ir a Tokio alguien que no se haya preparado muy bien, pero la verdad es que no sé quién va a ir a unos Juegos solo a participar». «Estar tanto tiempo pendiente de los criterios de selección nos ha molestado un poco, han tardado batante desde que se cancelaron los Juegos», aseveró.
«Me estoy encontrando bien y estoy muy motivado», afirmó ayer Joanllu Pons, quien reconoció que en marzo «fueron días muy duros». «Menos mal que los pude pasar con la familia. Tras el confinamiento empezamos con trabajo general y luego hemos empezado compitiendo fuerte, aunque tampoco han sido marcas astronómicas», indicó, y concluyó: «Ahora el objetivo es ir a Rotterdam, hacer la marca mínima. Después viene el Open, aunque quizás no compita y me centre más en el Europeo».
