Pocos dudan a estas alturas de que el Club Voleibol Manacor está viviendo los mejores años de sus tres décadas de historia. El ConectaBalear ya no es un novato en la Superliga Masculina y prueba de ello es la consolidación de la entidad, por tercera campaña consecutiva, en la máxima categoría del voleibol nacional.
El sábado, a las 18:00 horas, los manacorins suben el telón en el Pabellón Miquel Àngel Nadal frente al todopoderoso CV Teruel. Si no hay novedades en el protocolo sanitario, de nuevo podrán acceder a la grada hasta 160 aficionados, como ya ocurrió en el Trofeu Ciutat de Manacor.
Tras dejar atrás el amargo final de temporada anterior con la cancelación de la competición por la covid-19, el club de Llevant reconfiguró su plantilla recuperando efectivos que se fueron tras el primer curso en la Superliga. Los retornos de Caetano Filter, Miquel Gallego y Anderson Chourio, junto a la incorporación de la joven apuesta del artanenc Toni Piris, marcan las líneas maestras del nuevo proyecto.
«Filter es un nervio y tiene magnetismo», aseguró Lluís Molada. El técnico del ConectaBalear le describió como un jugador «directo, eléctrico y que contagia energía a sus compañeros haciendo que estén más metidos y reaccionen más rápido». El brasileño tendrá como pareja en la recepción a su compatriota Thiago Vanole de quien Molada aseguró que, si recupera el nivel del año pasado, «serán dinamita juntos».
Los regresos de Filter, Gallego y Chourio, junto a la apuesta por Piris, marcan las nuevas líneas del proyecto
Gallego y Chourio hacen el trayecto de regreso desde Palma a Manacor tras militar en el Urbia la pasada temporada. Molada se congratuló por ello destacando que tiene «muy integrado en el estilo de juego contar con dos opuestos y dos colocadores» sumándoles a la causa con Ángel Rodríguez y Rubén Lorente.
Además el entrenador quiso destacar las cualidades humanas del manacorí y el venezolano. «Son dos jugadores que nos equilibran mucho», dijo, añadiendo que «Gallego es un líder activo e intenso y Chourio no necesita hacerse notar y su presencia es tranquila y seria».
Si en algo destacó la irrupción del ConectaBalear Manacor en la Superliga, tras un doble ascenso consecutivo, fue la presencia de jugadores locales como Xesc Mesquida, Joan Francesc Cabrer o Andreu Català, que todavía siguen en activo en la plantilla.
Lluís Molada: «Nos proponemos hacer nuestra mejor temporada»
El técnico del ConectaBalear Manacor fue claro a la hora de calificar el objetivo del nuevo curso que arranca. «Nuestro propósito es hacer la mejor temporada hasta ahora del club en la Superliga», aseguró Lluís Enric Molada.
El entrenador natural de Palma agregó que con su cuerpo técnico «no hablamos de objetivos concretos sino de ir progresando con respeto cada semana».
«Soy muy ambicioso, me gusta que mi equipo lo sea y que los jugadores quieran siempre más» destacó Molada. Para el técnico de 30 años la prioridad es que se vea un bloque «competitivo, ordenado, agresivo y que se agarre a la pista para hacer disfrutar a la afición y que la cantera se vea reflejada en estos valores», añadió.
En cuanto al formato competitivo que la Superliga estrena tras la pandemia, Molada mostró su conformidad porque «todas las ligas europeas son de catorce equipos además de más reñidas y profesionales porque permiten trabajar durante más meses con los jugadores y desarrollar el proyecto».
El entrenador del cuadro manacorí no escondió su «desacuerdo» con las cuatro plazas de descenso porque significaría regresar a una competición corta.
Otros integrantes se fueron retirando en los últimos tiempos, como Pedro Perelló y Juan Ángel Rey.
Ambos se incorporan al organigrama del club. El primero como coordinador de los equipos formativos y el segundo como asistente de Lluís Molada junto a Mateu Juan y el director técnico Diego Gallego.
«Es un valor añadido trabajar el sentimiento de pertenencia con el proyecto también fuera de la pista», explicó Molada, quien relevó a Jaume Febrer en el banquillo a finales de enero, en referencia al retorno de jugadores del primer equipo implicados en entrenar a equipos base y que estos se vean reflejados en canteranos como Sebastià Gibanel con oportunidades en la Superliga.
