Jugando de manera previsible, por debajo de las expectativas y con una falta alarmante de gol, así ganó ayer el Real Mallorca de Luis García Plaza a un recién ascendido como el Sabadell. De primeras, no pinta muy bien, qué quieren que les diga. Es cierto que todavía falta arriba un jugador determinante, como podría ser Budimir, pero con hambre de gol, como es Abdón, el problema es que ahora mismo el conjunto bermellón no cuenta con nadie que aúne ambas peculiaridades. Y no es por ser agorera, pero me veo el percal a 5 de octubre, día en que se cierra el mercado de fichajes: Budimir empecinado en lo suyo, que es la Primera División, y Pablo Ortells a verlas venir. Si rastrear el mercado a estas alturas para buscar un delantero solvente ya es de por sí complicado, imagínense con la tesitura que maneja ahora mismo la secretaría técnica del club.
Por suerte para el nuevo director deportivo, parece que las salidas de profesionales vinculados al Mallorca toman ritmo, el problema es que no en la dirección esperada por Ortells. Esta última semana, por ejemplo, Sergio Vallecillo ha dimitido en su cargo como director del Fútbol Base y Biel Gelabert, como delegado del equipo. La falta de sintonía entre las partes parece ser la razón que ha provocado ambas decisiones. Desde fuera da la sensación que este club se desmorona, aunque desde dentro insisten en asegurar que todo avanza según lo previsto. Cuando alguien se va de un sitio y no explica los motivos, hay gato encerrado. Y lo digo por experiencia.
Si ayer el partido fue soporífero, en parte ayudó la ausencia de público en las gradas. No ayudaba tampoco la animación enlatada que dispuso la televisión y que animaba al Athletic en un Mallorca-Sabadell. El caso es que ya son casi siete los meses que llevan las gradas de Son Moix esperando inquilinos. En un estadio de más de 20.000 espectadores al aire libre, no me entra en la cabeza que al menos 5.000 personas no puedan ver a su equipo desde donde se debe ver el fútbol. Les cuento esto, que no es nuevo, para ponerles en situación, ya que el pasado sábado el Palau Municipal d’Esports, este sí que es un recinto cerrado, recibió a 1.000 personas para presenciar el encuentro amistoso que disputaron el Palma Futsal y ElPozo Murcia. La incongruencia del caso se las trae. Algo de coherencia es lo único que se pide.
No me quiero ir sin sin aplaudir el gran paso que se dio el viernes pasado en el fútbol femenino. La Liga Iberdrola será de una vez profesional a partir de la temporada 2021/22. Será la tercera competición española considerada profesional, tras la de fútbol masculino en sus dos primeras categorías y la de baloncesto en ACB. No todo en este aciago 2020 está siendo negativo.