Pocos fueron los seguidores alemanes que vivieron ayer el encuentro en la zona de Playa de Palma. A pesar de tratarse de la final de la Liga de Campeones entre el Bayern de Munich y el PSG, la falta de turismo alemán por la pandemia del coronavirus y las restricciones en los viajes provocaron que ayer muy pocos aficionados siguieran el encuentro desde los bares de la zona turística.

Una imagen que contrasta radicalmente con la estampa habitual en otros veranos durante los partidos de fútbol, con bares a reventar de aficionados dispuestos a animar a su equipo.