El Real Madrid, dirigido por Raúl González tras la marcha de Dani Poyatos al Panathinaikos, y con los mallorquines Pablo Ramón y Marvin Park entre sus filas, derribó el muro de las semifinales de la Liga de Campeones Juvenil con un ajustado triunfo ante el Salzburgo (2-1) y luchará el próximo martes con el Benfica por el título continental.

En tres ocasiones la semifinal había sido un obstáculo insalvable para el conjunto blanco. En 2014, 2016 y 2017 se le resistió y quedó fuera del partido definitivo. Por fin, con la leyenda Raúl en el banquillo, el cuadro madrileño pudo dar el salto hacia la final en la que se encontrará con otra de las mejores escuelas del mundo.