La reaparición del piloto catalán Marc Márquez (Honda), que, en teoría, estaba prevista para la segunda semana de septiembre, en el circuito Marco Simoncelli, de Misano (Italia), se ha pospuesto, al menos, para dentro de dos o tres meses, según acaba de anunciar, en un escueto comunicado oficial el equipo Repsol Honda, actual poseedor de la Triple Corona, al haber conseguido, el pasado año, los tres títulos en juego, el de piloto gracias al joven de Cervera (Lleida), el de constructores, gracias a sus numerosas victorias y podios, y el de escuderias.

Según la información facilitada por la firma alada, "el campeón, tras estudiar y contrastar con diferentes especialistas el alcande de la fractura que sufrió, el pasado 19 de julio, en el húmero del brazo derecho durante la disputa del Gran Premio de España, en Jerez, ha decidido modificar el plan previsto de recuperación".

Todo parece indicar que ni Márquez ni la escudería Repsol Honda tienen prisa y que lo que desean es que el ganador de seis de los últimos siete títulos mundiales de MotoGP se recupere del todo. "El objetivo, tanto de Márquez como del equipo", prosigue explicando el comunicado de la marca japonesa, "es el de regresar a la competición cuando el brazo esté totalmente recuperado, y se estima que necesitará entre dos y tres meses antes de poder subirse, de nuevo, a su RC213V. HRC (Honda Racing Corporation) no se marca un gran premio concreto para el regreso del actual campeón del mundo y seguirá informando sobre la evolución de su recuperación".

Sin prisa alguna

En el mismo comunicado, Alberto Puig, 'team manager' del equipo campeón, explica que "mucho se ha hablado del regreso de Marc y de sus plazos, pero nosotros, desde el primer momento, tras la segunda intervención quirúrgica, hemos dicho que el único plazo que existe es el de que esté recuperado al cien por cien de su lesión. No queremos precipitarnos. Cuando Marc se encuentra en condiciones de volver y competir como él sabe, entonces pensaremos en el siguiente objetivo".

La historia de esta desgraciada lesión, que, ahora sí, significa la renuncia de Márquez a defender su cetro mundial, arrancó en una caída cuando estaba protagonizando una de las remontadas más grandes de la historia del motociclismo, de la 16ª plaza a la tercera, justo cuando iba a superar a Maverick Viñales (Yamaha) y colocarse segundo del GP de España, se cayó y, en la caída, la rueda delantera de su Honda le golpeó el brazo fracturándole el húmero y provocando un fuerte hematoma.

Dos intervenciones seguida

Márquez fue operado de inmediato en Barcelona y la intervención, en principio, fue tan bien que el piloto catalán se presentó el viernes de nuevo en Jerez, para tratar de tomar parte en la segunda parada del calendario. MM93 salió a la pista en el tercer ensayo libre y en el cuarto, pero decidió retirarse en la primera criba de la cronometrada, después de percibir que el brazo no le respondía cómo esperaba.

Cuando todo parecía listo para que regresara en Brno, un mal gesto al abrir un ventanal de su nueva casa, en Cervera, provocó que la placa que se le había colocado en primera instancia cediera, obligándole a volver a pasar por el quirófano, el mismo lunes del Gran Premio de la República Checa. En un primer momento se estimó que la recuperación le llevaría a ausentarse del triplete en Brno y el Red Bull Ring, y que su reaparición tendría lugar en Misano.

Sin embargo, la recuperación de esa segunda operación va más despacio de lo que inicialmente se había previsto, de modo que el corredor de Cervera (Lleida) todavía no tiene claro cuándo volverá a subirse a la moto, algo que hará cuando el hueso esté completamente consolidado.