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Motociclismo

El paso adelante que Mir necesitaba

Tras disputar 21 carreras en MotoGP, el piloto mallorquín conquistó el domingo su primer podio en la categoría reina

Joan Mir sonríe a la cámara tras conquistar el pasado domingo su primer podio en la categoría reina. suzuki

El mallorquín está mal acostumbrado. Normaliza la heroicidad. Este pasado domingo un paisano gestó una nueva hazaña en el circuito Red Bull Ring subiéndose al podio de la categoría reina. Se trata de una proeza que Jorge Lorenzo normalizó, pero cuyo valor es categórico. Joan Mir alcanzó en Austria su primer cajón de MotoGP, en una carrera casi perfecta, con una conducción sublime y en la que obtuvo una recompensa más que merecida.

Con Mir, son 16 los pilotos españoles que se han subido al podio de la categoría reina. Muchos de ellos lo lograron tan solo en una ocasión puntual, pero otros forman parte ya de la historia del motociclismo internacional. A veces lo difícil no es llegar, si no aguantarse. Y en esas está ahora el joven piloto palmesano de tan solo 22 años. Mir quiere escribir, como Lorenzo o Márquez, su nombre en los anales del deporte de las dos ruedas.

Tras veintiún Grandes Premios y casi año y medio después de su debut en MotoGP, el piloto palmesano, a bordo de su Suzuki, se ganó este pasado domingo el respeto de sus compañeros de parrilla. En Austria, donde logró por primera vez subirse a lo más alto del podio, allá por 2016, y en Moto3, Mir la volvió a liar. El mallorquín, que salía desde la sexta posición de la tabla, pronto demostró que, si nada interfería en su conducción, si ningún agente externo le jugaba una mala pasada, el circuito de Spielberg podía volver a convertirse en su carrera fetiche. Así fue.

Mir rodó durante casi todo el recorrido en la cabeza de carrera y se atrevió, incluso, a mantener una bonita pelea con Jack Miller, a quien finalmente adelantó en la penúltima curva del circuito, después de que este se viera obligado a cometer un error no forzado debido a la presión que imprimía el isleño. La hazaña del domingo hace tiempo que la llevaba gestando en su cabeza. Mir ya avisó en Jerez con un quinto puesto y exhibiendo un ritmo enorme. Menos suerte tuvo en Brno, donde Iker Lecuona le tiró al suelo. Ahora, en una temporada de lo más atípica y con diez carreras todavía por disputarse, el palmesano quiere que 2020 sea el año de su consolidación. Con una sonrisa de oreja a oreja compareció tras la carrera para recordar que su segundo puesto en Austria era algo más que merecido. "Era la hora de quitarse la mala suerte de encima y estar donde merecemos", aseguraba categórico.

En un mundo de gallitos, donde cada piloto dice la suya, Mir no es de sonrojarse. Los halagos hacia pilotos como Valentino Rossi, con quien el mallorquín se enamoró de este deporte viéndolo cada fin de semana por la televisión, ya se acabaron. Ahora Mir corre a su par, se permite el lujo de tutearlo en carrera e incluso ya ha demostrado en numerosas ocasiones su capacidad para acabar por delante de él en la clasificación.

Tras conquistar el Mundial de Moto3 en 2017, logrando nada más y nada menos que diez primeros puestos, y finalizar sexto en su único año en la categoría intermedia, Mir aterrizó el pasado curso en MotoGP con la intención de romper la tiranía de Márquez, aunque sea a la larga. En su primer año en la categoría su mejor clasificación fue una quinta posición en Australia, pero durante los últimos Grandes Premios ya se atisbó una gran progresión en la conducción del piloto. En el presente curso, y ante las novedades que ha provocado en el calendario la pandemia del coronaviruspandemia del coronavirus, Mir sigue creciendo a pasos agigantados, tras el camino que en su día trazó Jorge Lorenzo y en el que seguro le gustaría verse reflejado.

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