Antonio Sánchez ha despertado el interés de clubes de Primera y Segunda División. El centrocampista del Mallorca, que brilló en su cesión al Mirandés la pasada campaña, tiene previsto ponerse a las órdenes de Luis García Plaza a partir del lunes, aunque no tiene garantizada su permanencia en la plantilla. De hecho, tanto el director de Fútbol, Pablo Ortells, como su ayudante, Sergio Moya, le han comunicado que quieren que haga la pretemporada con el primer equipo y después decidirán su futuro. El asunto es que este interés de entidades de Primera y Segunda puede precipitar los acontecimientos, porque el canterano, de 23 años, solo tiene contrato hasta junio de 2021 y no ha recibido ninguna propuesta desde la planta noble de Son Moix para prolongarlo.

Antonio Sánchez ya ha dejado claro en numerosas ocasiones que su intención es la de vestir de bermellón, aunque el hecho de que haya muchos jugadores en su puesto en la actual plantilla no le asegura la plaza, o al menos así se le ha comunicado. Su cláusula es de seis millones de euros, pero el Mallorca es consciente de que le puede llegar una oferta, con un precio sensiblemente inferior al fijado, para hacerse con sus servicios. La opinión del nuevo técnico bermellón será fundamental para conocer el futuro de Antonio Sánchez, que cobra el salario mínimo en Segunda y que ya triunfó en su cesión al Barakaldo en Segunda B hace dos temporadas.

El mallorquín, que también jugó en el Poblense y en el filial bermellón en Tercera, destaca por su polivalencia en el centro del campo. En el Mirandés fue indiscutible y pasó de jugar como pivote, de los que abarca mucho campo, a actuar en la mediapunta gracias a su capacidad de llegada desde atrás y buen disparo desde la frontal. De hecho, anotó dos goles en la Liga en un equipo que alcanzó las semifinales de la Copa del Rey, con mucho protagonismo.