El belga Wout Van Aert (Jumbo Visma) conquistó ayer al esprint, por delante del francés Julian Alaphilippe (Deceunick Quick-Step), la 111 edición de la Classicissima Milán-Sanremo, sobre un recorrido inédito de 305 kilómetros. Van Aert, ya campeón este año en la Strade Bianche, consiguió imponerse por pocos centímetros ante Alaphilippe, vigente campeón de la Classicissima, con el australiano Michael Matthews (Sunweb) que completó el podio.

El corredor belga protagonizó un esprint de alta intensidad y acabó la prueba en siete horas, 16 minutos y nueve segundos, con el eslovaco Peter Sagan (Bora) que entró cuarto y el español Alex Aramburu (Astana) séptimo. Fue una Milán-Sanremo inédita, con los corredores que se enfrentaron a un recorrido inédito, con 251 de los 291 kilómetros habitualmente previstos por la 'Classicissima' distintos, después de que los 16 alcaldes de la zona de Savona (Liguria) se negaran a conceder las carreteras de sus municipios.

No faltó la habitual escapada inicial, pero el triunfo se decidió al esprint.