El Atlético Baleares ya tiene al capitán de su barco. Jordi Roger fue presentado ayer como nuevo técnico del conjunto blanquiazul. Firma por un año, con la posibilidad de otro más en caso de conseguir el ascenso. Directo y con las ideas claras, Roger habló del proyecto con el que Patrick Messow le convenció para aterrizar en la isla, de los objetivos que se marca en esta temporada y evitó entrar en polémicas a la hora de valorar la mala relación entre Manix Mandiola y la propiedad del club.

“Son cosas que han pasado y en las que no tengo nada que ver. Vengo aquí a trabajar con mucha ilusión, como le he dicho al presidente y a Patrick Messow y no pienso en lo que haya podido pasar, solo en el presente y en el futuro como entrenador del Atlético Baleares”, indicó el extécnico de la Balona, cuestionado sobre dichas polémicas: “Nunca me ha pasado que la propiedad me aconseje hacer una alineación y creo que tampoco me va a pasar. De todas formas, las informaciones que me llegan sobre el tema es que no es del todo cierto que eso pasase antes del partido ante el Cornellà. Yo puedo hablar de lo que va a pasar a partir de ahora y siempre responderé a todas las preguntas que me hagáis, no voy a rehuir ninguna”.

Roger, quien llevaba en paro desde el mes de diciembre, reconoció que estos meses le han servido para “reciclarse” y crecer “como entrenador”. “Estaba en una situación en la que nunca me había encontrado, era nuevo para mí. Con 40 años nunca había estado sin un equipo para entrenar. Lo he aprovechado para reciclarme, mejorar y ver muchos partidos. También me ha servido para tener el mercado controlado. Vengo con muchas ganas de volver al campo a ponerme el mono de entrenador y de que comience todo esto”, resumió.

Cuestionado sobre el objetivo con el que llega al Baleares, Roger dejó claro que se une a la ‘filosofía Simeone’ de ir partido a partido. “A la prensa le gusta el titular del objetivo, pero para mí, al final, subir será el resultado de un trabajo largo. Mi objetivo es preparar un equipo que compita bien, que siempre esté más cerca de ganar que de perder y preparar a los jugadores para el primer partido de Liga. El único objetivo que tengo ahora mismo es ganar cada domingo, si lo hacemos, conseguiremos lo que a todos nos gustaría”, indicó.

“Mi estilo de juego es muy fácil. Lo primero que quiero es hacer un equipo competitivo, que trabaje bien tanto en casa como fuera de ella. Soy un entrenador al que le gusta que su equipo haga una presión alta en campo contrario, intentar robar el balón lo más cerca posible de la portería rival y luego las circunstancias del rival nos llevarán a hacer un juego u otro. En el mundo del fútbol estás obligado a cambiar registros porque si no te conviertes en un equipo muy previsible”, señaló sobre su filosofía de juego.

La plantilla del Atlético Baleares todavía se encuentra a medio hacer. Roger aseguró que todavía queda mucho trabajo en los despachos antes de que el equipo empiece la pretemporada el próximo 17 de agosto: “Hay mucho trabajo, muchas llamadas, muchos vídeos e informaciones. No nos queremos precipitar. Ahora estamos en un periodo muy importante que es confeccionar una nueva plantilla”.

Sobre las alternativas que tenía y lo que le costó tomar la decisión para venir al Baleares, Roger fue claro: “Desde el primer momento que contacté con Patrick tuve muy claro que quería venir. Tenía una espina clavada”.