El ciclista Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step) se impuso ayer en la cuarta y penúltima etapa de la Vuelta a Burgos, disputada entre Gumiel de Izán y Roa de Duero sobre 163 kilómetros, en un accidentado final con caída en el último kilómetro y tras un ataque que le dejó sin aire.

Los mallorquines Enric y Lluís Mas (Movistar Team), al igual que su líder Alejandro Valverde (el único con opciones de poder luchar por el podio de la general), no sufrieron percances en una jornada tranquila para ellos y a la espera de la etapa reina de hoy, con meta en alto y subida a las Lagunas de Neila.

Sam Bennett aprovechó la caída en la parte delantera del pelotón justo debajo del arco de 1 kilómetro a meta. Una caída en plena curva cortó al grupo. No hubo muchos implicados, pero sí se detuvo el ritmo. Y, entre los que pasaron el corte, el irlandés, que ya era candidato, esprintó en la subida final para lanzarse en solitario al triunfo, segundo consecutivo para su equipo tras el del jueves del líder Remco Evenepoel.