Lo del chiste de Gila en el que trataba de detener a Jack el Destripador a base de indirectas como "alguien ha matado a alguien... y no me gusta señalar..." podría perfectamente aplicarse a lo que está pasando en el fútbol español con el coronavirus. No se sabe, ni puede decirse en voz alta por eso de la presunción de inocencia, pero la repentina aparición de casos en equipos de todo pelaje y condición una vez finalizada la temporada en Primera (ya se verá lo que pasa en Segunda) genera dudas sobre si realmente todo fue bien y sin ningún positivo hasta que estalló el 'caso Fuenlabrada', o hubo algún pequeño (o gran) incendio que los chicos de Tebas sofocaron protegidos por la luna y escondiendo sus restos debajo de la alfombra.
