Ingo Volckmann ha dicho que ya no volverá a hablar más sobre el tema, tampoco le queda mucho más que contar. El presidente del Atlético Baleares quiere pasar página y mirar solo al futuro. "Es el último día que voy a decir algo sobre Manix", ha asegurado este mediodía en la rueda de prensa de la despedida de Vallori. Luego se ha explayado largo y tendido.

"Estoy todavía muy cabreado, tocado y flojo, porque es muy duro cómo se ha dado todo. No eché a Manix en el mes de mayo porque él había hecho un buen trabajo. Mi único objetivo siempre ha sido subir y en aquel momento consideré que él había hecho las cosas bien con el equipo. Todo empezó tras el confinamiento, evidentemente no me gustó su actitud. Ninguno de mis trabajadores me pidió el primer día que entró a trabajar que le pagara la diferencia, pero tampoco quise darle mayor importancia", ha resaltado el directivo alemán sobre las causas que llevaron al inicio de esa rotura entre la propiedad y el cuerpo técnico.

"Manix se ponía un 10 en la temporada, pero creo que en el camino siempre hay fallos. Hizo muy buen trabajo cuando llegó, logró salvar al equipo y el año pasado, durante la temporada, también. Pero en los play-off los detalles pequeños son los que marcan los partidos y ahí no era capaz de controlarlos. En ocho veces que has jugado los play-off, solo consigues que tu equipo suba una vez. Algo falla. Yo tuve una discusión muy fuerte con él antes del partido ante el Cornellà, porque veía que iba a hacer cosas mal sobre el verde. Tienes a dos laterales que han hecho un partidazo y los sientas. Y el tema de los penaltis, igual. Samuel llevaba mucho tiempo sin jugar, había disputado 120 minutos y Jorge Ortiz lo mismo, normalmente es un jugador al que cambias a los 80 minutos. Si no podían caminar, cómo iban a tirar un penalti", ha descubierto sobre los motivos de su discusión con Mandiola durante la concentración del equipo en tierras andaluzas.

"Cuando me dijeron que Borja y Peris no iban a jugar contra el Cornellà, el míster me dijo que los estaba reservando para la final. La final era ese día, no el siguiente. Él me dijo que si no ganábamos el fallo era suyo y así fue. Escuché rumores de que no iban a jugar y pensé que solo era una broma. Por eso tuve la discusión, era incapaz de entenderlo. Si me hubiera podido dar una explicación de por qué jugaba así, vale, pero no la obtuve", ha reflexionado.

Ingo, que ha felicitado a Vallori por su última temporada al frente del conjunto blanquiazul, también ha hablado de futuro. El empresario alemán ha prometido que volverá a crear un equipo ganador y que un año más buscarán el ascenso a Segunda División: "Soy mu cabezón. Vamos a hacer un buen equipo el año que viene y vamos a luchar otra vez. Tenemos entrenadores que tocan a la puerta porque quieren venir al Atlético Baleares. Mi objetivo es subir y vamos a trabajar duro para conseguirlo. Patrick (Messow) está hablando con muchos entrenadores, mucha gente que quiere venir y que tienen ganas de dirigir al Atlético Baleares. No puedo decir cuántos jugadores se quedarán o no la temporada que viene en el equipo. Todo dependerá de lo que decida el futuro entrenador".