El Poblense tocó el cielo anoche en Santanyí. El club azulgrana regresa a la Segunda B por la puerta grande treinta y un años después de abandonarla en un encuentro que pasará a la historia. El conjunto de Óscar Troya fue capaz de remontar a un Mallorca B muy peleón y que solo claudicó en el tramo final del duelo, cuando Tià Sastre y Aitor Pons llevaron la gloria a los suyos.

Este ascenso es el premio que llevaba mucho tiempo buscando la entidad que preside Miquel Bennàssar 'Molondro' y que se le había resistido en demasiadas ocasiones. Los poblers cuajaron una temporada soberbia, quedando sobradamente campeón -sacaron ocho puntos al segundo clasificado-, pero debían rubricarlo en un play-off de ascenso en el que ha sudado de lo lindo, primero para apear al Felanitx en semifinales, y ayer al filial del Mallorca.

Los de Julián Robles, que habían eliminado al Ibiza tras quedar terceros en la competición, dieron la cara en todo momento y llevaron al límite a un adversario que estaba diseñado para dar el salto a la categoría de bronce. De hecho, el tanto de Tovar a la media hora de juego hizo justicia en los méritos de unos y otros en el Municipal de Santanyí. Javier dio un sensacional pase al ariete bermellón, que definió con talento ante la desesperada salida de Imanol. El Poblense no estaba nada cómodo en un encuentro marcado por los nervios y las imprecisiones propias de un duelo de tanta trascendencia y en el que hubo mucha intensidad de principio a fin. Tià Sastre y Mateu Ferrer habían avisado en un doble remate, pero lo cierto es que el Mallorca B estaba siendo mejor. Sin ir más lejos, los de Troya, algo espesos en la creación, no mejoraron hasta la reanudación. Mateu Ferrer lo intentó con un remate, pero el que estuvo más cerca del gol fue el Mallorca B, cuando Carlos se quedó con la miel en los labios ante un inspirado Imanol.

El dominio del balón era del Poblense, pero el filial mostraba los dientes cada vez que salía a la contra. Hasta que Dani Benítez, muy activo, inició una jugada que quedará en la retina de los aficionados de sa Pobla. Su centro al área llegó a Cape, que disparó ante un Jesús que despejó como pudo y el rechace cayó en las botas de Tià Sastre, que no perdonó. Ese gol fue una liberación para los azulgrana, que con un empate ascendían por su condición de campeón.

El Mallorca B, que había resistido con dignidad, se quedó con diez por la segunda amarilla de Gayà y empezó a firmar el adiós a su sueño. Luka Romero había salido a jugar, pero apenas entró en juego. El B ya no tenía nada que hacer. Aitor Pons, en el descuento, marcó el 2-1 con talento y rubricó una temporada para enmarcar del Poblense.