La mayoría no entiende de colores deportivos, ni de aficiones, ni le importa si la Liga está o no en juego, y mucho menos quién la ha ganado o quién ha subido. Solo tienen hambre, y hambre en mayúsculas. Y es que casi un centenar de personas de Palma cada sábado de los meses de junio y julio han podido comer gracias a la iniciativa del Atlético Baleares, que a través de la Peña Fanàtiks ha repartido comida para poner su granito de arena en un momento tan delicado.

"La iniciativa partió del presidente del club, Ingo Wolckmann. En Alemania, de donde es él, en tiempos de crisis se hace este tipo de acciones solidarias. Se preparan platos calientes para la gente muy necesitada", señalan integrantes de la peña blanquiazul, que prefieren mantener el anonimato ya que "los protagonistas no somos nosotros, ni lo queremos ser".

Y después de tener esta idea se propusieron desarrollarla lo mejor posible. "Nos pareció una iniciativa maravillosa el ayudar a gente necesitada. Con la colaboración de la Federació de Penyes del Atlètic Balears, que preside Vicenç Amengual, y la ONG SOS Mamás nos pusimos en marcha. La verdad es que no podemos estar más satisfechos dado que ha sido un éxito muy grande ya que hemos llegado a mucha gente necesitada, que era el claro objetivo", indican orgullosos a DIARIO de MALLORCA.

Este comedor social (los alimentos se reparten en tápers herméticos) está en el Bar El Rincón de David de la plaza Sant Francesc Xavier de Palma, cerca del Estadio Balear y un establecimiento muy vinculado a los colores blanquiazules. "Nuestro propósito es que comieran algo caliente y que, obviamente, no fuera sobras. Hemos repartido cordero al horno, que aquí colaboró el restaurante Ses Torres, en salsa, garbanzos, fideuà -ayer-, macarrores y marmitako de atún. También se dan flanes, fruta y distintos alimentos que nos aportan desinteresadamente distintas personas o entidades que quieren colaborar", explican.

Sobre la una del mediodía distintas personas se agolpaban sobre la carpa montada a tal efecto. Un logo rezaba en una pancarta "Sols el barri, salva el barri". Esperaban a que la fideuà estuviera hecha. Unos la cocinaban, otros preparan los tápers y otros las bolsas. Todos con especial dedicación. "Llena a tope el táper que si pueden tener para dos comidas, mejor", ordena el cocinero.

Mientras tanto, en la calle espera gente a la que la vida la ha golpeado o que está pasado en estos momentos una complicada situación. "Esto es maravilloso. Nadie que no lo haya vivido sabe lo que es tener a dos hijos que te pidan comida y no poder dársela por que no tienes medios. Esto es lo peor que le puede pasar a un padre", relata David, al que se le ponen los ojos vidriosos al preguntarle qué hacía allí. "Esta gente es increíble. Te miman y se preocupan de ti. No escatiman en alimentos y te los dan con una sonrisa en la boca. Hoy -ayer para el lector- estoy feliz ya que mis hijos y nosotros podremos comer. ¿Los otros días? Ya veremos", añadió este vecino de La Soletat.

Consuelo es también una de las primeras en recoger la comida. Lo hizo con una bolsa grande. "Tengo muchas bocas en casa y esto es fantástico. Tendría que cundir el ejemplo y que fueran muchas más personas que hicieran lo que hacen estos maravillosos chicos. Hoy -ayer- sé que comemos, no quiero pensar en el mañana", comentó esta mujer. Fanàtiks agradece la aportación económica del club y la colaboración de distintas empresas. "No solo estamos para animar a nuestros colores, creo que tenemos otras responsabilidades que es ayudar a la gente necesitada del barrio", finalizan los peñistas mientras se disponen a seguir repartiendo comida.