"Sí, ha sido mi último partido como entrenador del Baleares". El viaje de Manix Mandiola a bordo del Atlético Baleares ha llegado a su fin. Tras tres temporadas en el club, en las que ha firmado una salvación sobre la bocina y dos títulos de Liga, los dos fracasos consecutivos en las fases de ascenso han manchado su buen historial. "Ha sido una experiencia extraordinaria. Pero me da pena por los jugadores, la afición y todos los que trabajan en el club. Sobre todo estoy triste por ellos, por los que son realmente balearicos", manifestó el vasco con la entereza que le caracteriza.

"La decisión de no seguir se la comuniqué antes de la pandemia a Patrick. Después de una permanencia y ganar dos ligas, la exigencia era tan grande que no me siento capacitado para seguir generando ilusión. Subiésemos o no, me iba a ir. Ahora soy un aficionado más", zanjó el eibarrés a modo de despedida.

"El fútbol es acierto y se mide por goles. Si el rival marca más que tú, no hay nada que objetar: ni al rival, ni al árbitro, ni a tu equipo. Te han ganado y punto", zanjó Mandiola, que no buscó excusas y alabó el partido de su rival. Los blanquiazules empezaron a remolque del Cornellà, pero acabaron asumiendo el mando del encuentro y disfrutaron de las mejores ocasiones: "Los primeros minutos hemos trabajado detrás de ellos. Poco a poco hemos ido dominando la situación, pero en una contra nos han matado".

Rodeado de multitud de voces críticas por sus recientes decisiones, el entrenador vasco cortó de raíz. "No puedo hacer una asamblea con la afición cada vez que tomo una decisión", dijo. Pese a que es evidente que la prórroga del pasado domingo ante el Cartagena pasó factura, el que hasta ayer era entrenador blanquiazul no cree que determinase el devenir del partido: "Si hubiese habido prórroga se hubiese notado más. Los jugadores estaban cansados, pero tenía la sensación de que ellos lo estaban igual o más que nosotros".

A lo largo de la fase de ascenso, el Baleares ha carecido del espíritu combativo y ofensivo que le ha caracterizado a lo largo de la era Mandiola: "Igual podríamos haber corrido mas riesgos, pero hemos ido hasta el final. No era el día". Aunque el confinamiento pilló a los balearicos en su peor momento de la temporada, la falta de rodaje ha sido palpable durante el play-off, algo extensible a todos los equipos pero que el Baleares adoleció en exceso. "Hemos visto que, en la vuelta de la competición, han habido cambios de dinámica. Óscar Gil y Jorge Ortiz, por ejemplo, llevaban sin jugar desde febrero. Normal que no tuviesen esa chispa", afirmó Manix.

Pese a todo, Mandiola se marcha del club balearico satisfecho y deja el listón muy alto a su sucesor: "El tiempo dirá si es fácil ganar dos ligas consecutivas. No ha sido fruto de la casualidad".