La indecisión de Vicente Moreno sobre su continuidad o no al frente del Mallorca ha causado una profunda indignación, a la vez que decepción, en la cúpula de la entidad. El presidente del club, Andy Kohlberg, que ayer presidió junto al consejero delegado Alfonso Díaz y el nuevo director deportivo Pablo Ortells un multitudinario desayuno-rueda de prensa con los medios informativos, tiró balones fuera cuando se le preguntó de todas las maneras posibles por el futuro de Moreno. En la propiedad no se entiende la postura del todavía entrenador mallorquinista, entre otras cosas porque tiene contrato en vigor, que expira en 2022.

El trasfondo del espinoso asunto, que se espera que se resuelva en el transcurso de las próximas horas, reside en la cláusula de rescisión del técnico, estipulada en un millón de euros. El tema está en quién paga esta cantidad. El Espanyol parece el mejor colocado para hacerse con los servicios del preparador valenciano, aunque todavía no puede hacer oficial su fichaje "porque hay cosas que no controlamos", según dijo ayer el director deportivo del club catalán, Francisco Rufete. Lo que no controla el Espanyol es el pago de la cláusula, que parece que no está dispuesto a pagar. En este caso, si Moreno quiere salir deberá abonar al Mallorca ese millón de euros. Por en medio se ha colado el Deportivo Alavés, otro de los pretendientes. El club vitoriano, que se salvó en la penúltima jornada, hizo oficial ayer que Juan Ramón López Muñiz no continúa, por lo que el banquillo de Mendizorroza está libre.

Las medidas palabras de Kohlberg, Díaz y Ortells en el tema Moreno se deben a que esperan que el técnico mueva ficha. "La propiedad quiere que Moreno siga. Cuando haya novedades las daremos a conocer", dijo el norteamericano. Al director deportivo no se le sacó de la frase "Moreno continúa siendo entrenador del Mallorca". El club no puede decir que prescinde del técnico de Massanassa porque supondría perder ese millón de euros de cláusula si se va, además de que le tendría que pagar los dos años de contrato que le quedan. Por lo tanto, la postura es resistir un plazo máximo de pocos días -el club quiere tener resuelto este asunto esta misma semana- para estudiar qué camino emprende, si continuar con Moreno o ir en busca de un entrenador que asuma la responsabilidad de devolver el equipo a Primera.

Mientras, ayer, en la rueda de prensa, Kohlberg, Díaz y Ortells hicieron un denodado esfuerzo, que consiguieron con creces, de no decir absolutamente nada, no solo del futuro de Moreno, sino de cualquier aspecto relacionado con el club. Todo fueron respuestas vagas, sin nada de chicha por parte de ninguno de los tres, que se limitaron a responder con el único objetivo de decir lo menos posible.

De las pocas frases interesantes destaca la del presidente, que comenzó su intervención garantizando "el compromiso" de la propiedad con el club "a largo plazo" y el deseo de "subir a Primera el año que viene. Seguimos con las mismas fuerzas", señaló.

El consejero delegado pidió "disculpas" a la afición por el descenso, y confió en que cuando el equipo vuelva a Primera será "mucho más fuerte". Díaz, que anunció que junto a Kohlberg se reunirá hoy con los patrocinadores del club y mañana con una parte de la afición, valoró el esfuerzo de la entidad "por reducir la deuda", lo que se ha conseguido con creces. Sin embargo, el descenso supondrá un varapalo para la economía del club porque se dejarán de ingresar unos 25 millones por los derechos televisivos.

Por su parte, Ortells, a la pregunta de si pueden reproducirse los problemas acaecidos la pasada temporada entre la dirección deportiva y el entrenador, con evidentes diferencias de criterio en el capítulo de fichajes, el director deportivo, fiel a sus respuestas casi monosílabas, dijo que su politica "es trabajar en equipo" y que los refuerzos para el próximo ejercicio deben consensuarse.

Kohlberg, que justificó el despido de Maheta Molango en enero "por diferencias en la estrategia", regresa el viernes a su país. Ese es el plazo que se ha marcado para obtener una respuesta definitiva de Moreno y empezar a preparar la próxima temporada, con o sin el valenciano.

Pérdidas de 25 millones de euros en derechos televisivos

El descenso a Segunda división acarreará la correspondiente reducción de ingresos económicos derivados de los derechos televisivos. Mientras este año el Mallorca recibió 45 millones de euros, esta próxima temporada dejará de ganar 25 millones. No obstante, los bermellones recibirán 13 millones de euros de LaLiga en concepto de ayuda por el descenso de categoría. El club sigue pendiente de que se estipulen los límites salariales correspondientes a cada uno de los clubes, pero no hay ninguna duda de que los baleares tendrán uno de los márgenes más altos.

La campaña de abonados comenzará la semana que viene

Alfonso Díaz, CEO del Mallorca, confirmó ayer que la campaña de abonados comenzará la semana que viene, aunque con ciertas particularidades derivadas de la incertidumbre que genera la situación sanitaria: "No sabemos cuándo podremos tener espectadores en el estadio. A partir de ahí vamos a trazar la campaña de abonados y sabremos quién va a querer volver cuando reabra. La idea es que haya una prereserva para saber cuántos abonados tendríamos y esperar a saber cuándo podremos abrir el estadio, aunque sea proporcionalmente".

La pretemporada dará comienzo el 12 de agosto

El Mallorca, con Moreno o sin él, volverá al trabajo el 12 de agosto, un mes antes de la vuelta de la competición, marcada para el 12 de septiembre si la situación sanitaria lo permite. Empezarán, como de costumbre, con las pruebas médicas y físicas de rigor, además de seguir tomando las precauciones específicas para evitar el contagio de coronavirus. En el aire queda si este verano viajarán, como el año pasado, a Benahavís, para medirse a otros equipos. Por lo tanto, los futbolistas que sigan en la disciplina bermellona dispondrán de poco menos de un mes de vacaciones.

Luka y Obrador seguirán formándose en Son Bibiloni

El nuevo director deportivo del Mallorca, Pablo Ortells, confirmó que tanto Luka Romero como Rafel Obrador, jugadores cadetes que han debutado esta temporada en Primera división, seguirán su etapa de formación en Son Bibiloni. "La idea es que jueguen donde den el nivel y donde puedan seguir formándose. Hay que ayudarles a completar bien su etapa formativa para llegar al primer equipo". Todo apunta a que formarán parte de la plantilla del juvenil División de Honor, pero puede que también tengan minutos en el filial, juegue en Tercera o Segunda B.

Los cedidos vuelven todos a sus clubes de origen

Los jugadores cedidos está pasada temporada en el Mallorca han tenido mucho protagonismo, pero volverán todos a sus clubes de origen: Kubo -que ha sido elegido en el once revelación de La Liga que realiza la UEFA- al Madrid, Lumor al Sporting de Lisboa, Cucho al Watford y Pozo al Sevilla. El descenso ha eliminado toda posibilidad de retenerlos. Además, regresan a la disciplina mallorquinista doce jugadores que han estado cedidos este curso. Se espera la salida de alguno de ellos para aligerar la plantilla, mientras otros lucharán por hacerse un hueco en el equipo.