Era la rueda de prensa que a Vicente Moreno nunca le habría gustado dar. Tras dos temporadas de continuas alegrías, ayer el técnico valenciano acudió a la sala de prensa de Son Moix con una losa muy pesada a la espalda: el descenso de su equipo a Segunda División. Las palabras del valenciano, en todo momento, sonaron a despedida, aunque el preparador rojillo aseguró que no era "el día para tratar ese tema". "Al final la vida continúa, hay que terminar la temporada y luego pensar en nuevos retos, uno no se puede estancar. Desde aquí pedimos disculpas a toda la gente, a los jugadores, a todos los que forman la familia del Mallorca y sobre todo a los aficionados que han creído en nosotros. Los chavales se lo han dejado todo y en estos momentos es difícil saber qué palabras utilizar con ellos", señaló.

Moreno intentó resumir los motivos que han llevado a su equipo a perder la categoría y reconoció que, a lo largo de la temporada, habían "fallado muchas cosas": "Hemos tenido muchas dificultades y sumado a eso se han cometido errores en ambas áreas que nos han perjudicado mucho. Hemos generado, pero no hemos estado finos. Nos ha faltado en momentos determinados algo de suerte, aunque la sensación siempre ha sido que hemos merecido más de lo que hemos obtenido. Además también han influido circunstancias que influyen en el partido y que no podemos controlar, aunque evidentementre también hay muchas cosas que podíamos haber hecho mejor".

Cuestionado por cómo se encontraba él tras el descenso de su equipo, el valenciano aseguró que no era el momento de mostrarse débil, "ya pasaremos el mal trago y nos desahogaremos a solas". "Evidentemente no estoy bien por muchas cosas, tengo la sensación de no haber cumplido con las expectativas que tenían puestas en mí. Es una sensación de rabia, incluso", zanjó el valenciano.