Cort se ha engalanado esta mañana con los colores del Atlético Baleares. En presencia del alcalde José Hila, la consellera d'Esports Fina Santiago y los representantes del club, han deslizado una bandera de 24 metros, blanquiazul y con el escudo, que ocupa todo el balcón del ayuntamiento palmesano. El equipo de Manix Mandiola pondrá rumbo mañana hacia Málaga, donde se concentrará con vistas al crucial partido por el ascenso que disputará el domingo, a las 22:00, ante el Cartagena.

"La afición merece, después de tantos años apoyando al equipo, la ilusión de jugar en el fútbol profesional". Ilusionado, Hila ha mostrado su apoyo al conjunto balearico de cara al partido del domingo. Respecto a una hipotética celebración, el alcalde admite haber pensado ya en medidas para respetar el protocolo sanitario: "No me gustaría que la celebración del Baleares fuese una mala noticia a nivel nacional porque no cumple las medidas sanitarias. Estamos trabajando con el equipo, la Delegación del Gobierno y el Govern para que, en caso de que suban, que subirán, se haga una celebración cumpliendo todas las normas de forma correcta".

Messow, director deportivo del club, confiesa no haber parado de trabajar pese a la incertidumbre de no saber en qué categoría jugará el equipo el año que viene. "La dirección deportiva nunca está en 'stand by', siempre hay pensamientos, contactos y negociaciones. Tendremos poco tiempo, pero suficiente para coordinar todo", asegura el dirigente alemán. Por su parte, Mandiola no quiere ni pensar en la posibilidad de tener que jugar la repesca: "Solo pensamos en el primer paso, que es el partido del domingo. El plan B, que existe, ni se habla ni se comenta". Todos los jugadores a disposición del técnico vasco están en buena forma. "Todo el mundo está en disposición de ser importante. Los que salgan del principio y los que no. Los veinte jugadores están preparados para aportar", asegura el eibarrés.

En representación de la plantilla, el capitán Guillem Vallori y la afición, además de afrontar el partido con la experiencia del año pasado. "Los que seguimos del año pasado tenemos ganas de quitarnos la espina y los que han venido saben la historia y que casi se consiguió dos veces. Vamos todos a una, con la idea de que no se nos puede escapar", ha manifestado el central. "Nos jugamos el futuro de una temporada en 90 minutos, veremos cómo lo gestionamos nosotros y cómo lo hace el contrario", ha explicado el central, resguardado a la sombra de un balcón de Cort teñido de blanquiazul.