Un millar de aficionados se concentraron este sábado en las inmediaciones del estadio Ramón de Carranza, en el que se deplegó un dispositivo especial de seguridad, para recibir al autobús con la plantilla del Cádiz antes de su partido contra el Fuenlabrada, en el que pudo certificar el ascenso si hubiera logrado al menos un empate, si bien acabó perdiendo por un gol a cero y dejando el objetivo para más adelante

Un dispositivo policial se situó en la zona, en la que se congregaron numerosos grupos de aficionados cadistas, en su mayoría con mascarillas y guardando la distancia interpersonal, aunque hubo focos de seguidores que no la respetaban ni llevaban la máscara de protección como recomiendan las autoridades sanitarias.

Los autobuses de ambos equipos llegaron al estadio gaditano escoltados por la Policía Nacional, que participó en este operativo especial con más de cien agentes para velar por la seguridad y que pidió a los aficionados que mantengan en todo momento el distanciamiento social y utilicen mascarillas.

El Ayuntamiento de Cádiz hizo esta semana un llamamiento a la "responsabilidad" de la afición del Cádiz, a la que pidió "sentido común, civismo" y que siga "las recomendaciones de las autoridades sanitarias" para evitar un posible rebrote de coronavirus en una hipotética celebración del ascenso a Primera.

"Nos jugamos mucho en el ascenso del Cádiz, pero más nos jugamos como ciudad", afirmó en un comunicado el alcalde de la capital gaditana, José María González, ante la posibilidad de que se produzcan concentraciones en la vía pública.