Take Kubo se ha convertido en el líder indiscutible del Mallorca. Si ya antes del parón de la competición era uno de los jugadores más en forma de la plantilla, tras la reanudación de la competición ha asumido los galones dentro del terreno de juego y se ha convertido por derecho propio en el jugador más diferencial partido tras partido y el conjunto bermellón se aferra a su talento para apurar sus opciones de permanencia.

El futbolista nipón ha asumido sin problemas la responsabilidad de conducir el juego del equipo, a sabiendas de que son muchas las miradas que están posadas sobre él en cada partido al ser un jugador cedido por el Real Madrid y contar con la vitola de promesa para el futuro. Vicente Moreno no se ha cansado de proteger al jugador en todas sus comparecencias ante la prensa, evitando sumarle "piedras a la mochila", pero lo cierto es que el propio jugador ha acogido con gusto el hecho de ser él quien tenga que tirar del equipo.

La importancia de Kubo dentro del sistema de juego de Vicente Moreno ha ido creciendo a pasos agigantados durante toda la temporada. A pesar de su juventud -19 años-, en ningún momento ha parecido sentir la presión por la situación clasificatoria y constantemente ha intentado ser protagonista en los partidos.

Tal es su relevancia dentro del equipo que incluso ha ganado peso en las jugadas a balón parado, una asignatura en la que hasta hace poco tenía el monopolio Salva Sevilla. Cuando ambos coinciden en el terreno de juego, tanto en los saques de esquina como en las faltas cerca del área contraria, son ellos los dos jugadores dispuestos a ejecutarlas.

Otro de los puntos que han hecho que Kubo destaque ha sido su buen entendimiento en la banda derecha junto a Alejandro Pozo. Ambos han mostrado una gran conexión en la banda y la calidad del japonés, unida a la velocidad del sevillano, han provocado que la mayoría de acciones peligrosas hayan llegado por su costado.

Desde que regresó la Liga tras el confinamiento Kubo lo ha jugado prácticamente todo. Titular en todos los partidos, tan solo ante el Villarreal, Leganés y Celta acabó siendo sustituido. En un equipo en el que prima el juego coral por encima de las individualidades, la condición física ha marcado en gran parte el desarrollo de los encuentros. Es por ello que el Mallorca se ha aferrado a él para enarbolar situaciones ofensivas y prácticamente en todas las jugadas de peligro el balón ha pasado por sus pies.

Si bien es cierto que solo ante en la victoria ante el Celta (5-1) los bermellones lograron marcar de jugada -los dos goles anteriores llegaron desde los once metros-, Kubo ha protagonizado grandes acciones de peligro que no acabaron materializándose, aprovechando su velocidad con el balón en conducción y su atrevimiento a la hora de encarar a las defensas rivales.

Especialmente contra el Atlético de Madrid el joven futbolista sacó a relucir todo el repertorio futbolístico que atesora. Fueron varias las ocasiones en las que, con el balón pegado a los pies, se deshizo de todos los rivales que fueron apareciendo en su camino, aunque la falta de apoyos o el exceso de ímpetu en los metros finales impidieron que las jugadas llegaran a buen puerto.

Pese a todo, Kubo en ocasiones ha pecado en exceso a la hora de amarrar el balón y crear la jugada por su cuenta. La falta de experiencia, propia en alguien de su edad, le ha jugado malas pasadas y en muchas ocasiones no ha tomado la decisión adecuada en el último pase. También su efectividad de cara a portería es otro de los puntos a mejorar, ya que en cada encuentro el nipón cuenta con ocasiones de gol claras.

El trabajo de Kubo será muy necesario en las cuatro jornadas que restan para la conclusión del campeonato. De su acierto dependen en gran medida las opciones de permanencia en Primera.

Alavés

El Deportivo Alavés anunció ayer por la tarde la destitución de su técnico, Asier Garitano, "ante la situación generada por los últimos resultados", para un cuadro vasco aún pendiente de la salvación en cuatro jornadas que quedan de LaLiga Santander. El preparador guipuzcoano se hizo cargo del equipo vitoriano para esta temporada, pero no llega a terminarla tras la derrota el sábado contra el Real Valladolid, la quinta consecutiva, y con el equipo seis puntos por encima del descenso.