Take Kubo volvió a ser el mejor ayer del Mallorca en el césped del Wanda Metropolitano. El nipón, secundado por un buen Pozo, especialmente en la primera mitad, no se cansó de encarar una y otra vez a sus marcadores, amargando el día al joven canterano del Atlético de Madrid Manu Sánchez.

Si el parón por el coronavirus ha afectado negativamente a la mayoría de los futbolistas, en el caso de Kubo parece haber surtido el efecto contrario. El futbolista está asumiendo el papel de líder dentro del campo y sus compañeros no dejan de buscarle en banda. Ayer, fueran uno, dos o tres defensores Kubo los dejó atrás valiéndose de su velocidad y de su regate. El Mallorca apostó al ataque por su banda, hasta que Simeone dio entrada a Lodi para corregir el agujero. Necesita más apoyos en el campo.