Las carreteras de Mallorca acogieron ayer una salida de coches clásicos -de más de 25 años- en la que lo "primordial es pasarlo bien y divertirnos con nuestros queridos coches", señaló Tomeu Bibiloni, organizador de esta prueba.

A primera hora de la mañana, más de 25 'bólidos' se citaron en la explanada del Club Náutico del Arenal. Con un ambiente distendido y bajo un sol abrasador pasaron los pertinentes controles y salieron de ruta por las carreteras del Llevant mallorquín.

"No es un rally, ni una carrera. Un grupo de amigos, aficionados a los coches clásicos, hemos querido reunirnos después del confinamiento siguiendo los protocolos de seguridad. Nuestros clásicos llevaban ya demasiado tiempo parados. Por eso hemos organizado esta salida", manifestó Bibiloni, que también participó conduciendo un Seat 600 del año 1962, el coche más antiguo que formó parte en esta prueba.

Los vehículos más numerosos fueron los Seat y Fiat Panda, muchos de ellos participantes de la Panda Raid, una exigente prueba para esta clase de coches que se realiza anualmente en el norte de África. No faltaron a la cita distintos modelos de los Porche, entre ellos el mítico 924. También estaban los Seat 1430, el Seat 131, Renault 5 Copa Turbo, Volkswagen Golf y el Renault 4. Y todos tenían una característica común: estaban impecablemente cuidados y preparados para circular.

Como la prueba no era competitiva, uno de los retos que debían de realizar los participantes en el recorrido era realizar cuatro fotografías en distintos puntos marcados por la organización. Cada diez kilómetros de desfase final en los recorridos se descontaron dos puntos de los acumulados por la puntuación de cada instantánea. Por eso se realizó una foto del cuentakilómetros en la salida y en la llegada. El jurado eligió a Toni y Laia, que fue la copiloto más joven de la prueba, Martorell como los ganadores. "Estamos muy satisfechos de cómo ha ido la salida y en breve realizaremos más ya que nos lo pasamos genial", finalizó Bibiloni.