El gran momento de forma del Celta, que sólo ha perdido dos de sus últimos doce partidos ligueros, supondrá esta tarde un exigente examen para el Barcelona, que necesita los tres puntos para mantener el pulso por LaLiga al Real Madrid. En Vigo inicia el conjunto de Quique Setién una serie de tres partidos que le llevará a medirse con tres rivales que atraviesan su mejor momento del curso, pues la próxima semana le esperan el Atlético de Madrid y el Villarreal.

No suele ser Balaídos un estadio fácil para el Barça -su última victoria fue en abril 2015 por la mínima con un tanto de Mathieu-, y, aunque los locales no tendrán el aliento de sus aficionados, a eso hay que añadirle que se encontrará con el mejor Celta del campeonato, apoyado en una notable mejoría defensiva y en el liderazgo del exblaugrana Rafinha.

Esa solidez defensiva -un gol encajado en los últimos siete partidos, el de la derrota ante el Villarreal- exigirá la mejor versión de Leo Messi y sus escuderos, que podrían beneficiarse de la ausencia de su excompañero Jeison Murillo si Óscar García Junyent decide dar descanso al central colombiano, pieza clave en el resurgir de los celestes.