Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol: Segunda División B

Guillem Vallori: "¿Fingir un contagio para lograr el ascenso? Eso es una acusación muy grave"

El capitán del Baleares critica las palabras de Pablo Alfaro, técnico del Ibiza, y manda un mensaje a la Federación: "Es egoísta priorizar a los futbolistas sobre los sanitarios"

Guillem Vallori, junto a su hija Alma, de seis meses, en su domicilio de Palmanyola.

P Al final los ascensos a Segunda División se resolverán a través de un play-off exprés. ¿Es la mejor solución?

R Nosotros lo que queríamos era que la Liga no se diera por nula. Al final nos lo jugaremos todo en 90 minutos, aunque cada dos o tres días parece que cambian de opinión. Hace relativamente poco se decía que iban a subir solo los primeros, luego que si ascenderían los que tienen mejor coeficiente de puntos y ahora el play-off exprés. Creo que es una buena decisión, atendiéndose a los méritos que ha hecho el Baleares, pero veremos a ver qué dice Sanidad de todo esto. Basta que haya un repunte o un contagio durante la concentración para que esta solución sea inviable.

P Hablando de repuntes, Pablo Alfaro, técnico del Ibiza, insinuaba la posibilidad de que alguno de los líderes pudiera fingir un posible contagio para lograr un ascenso directo.

R Eso es una acusación muy grave. Entiendo que quieran subir, como lo queremos todos, pero la salud está aquí por encima de todo. Hacer suposiciones de algo tan grave como fingir un contagio de coronavirus para poder ascender es una acusación muy grave y creo que aún está a tiempo de rectificar.

P Ahora se conocerán el número de futbolistas de Primera y Segunda División afectados por la Covid-19. ¿Preocupa que la cifra pueda ser más alta de lo esperado?

R Yo amo el fútbol, pero veo una parte muy egoísta en el hecho de que se priorice a los jugadores por delante de sanitarios que están dando su vida para salvar a otras personas. La Federación no puede empujarnos a intentar terminar algo por sus intereses. Yo tengo también una familia y me preocupa contagiar, por ejemplo, a mi niña de seis meses. Entiendo los intereses de los equipos que no han quedado primeros y que apuestan porque se dispute un play-off, pero ahora mismo toca priorizar y la salud es lo más importante.

P Una concentración de tantos jugadores en las instalaciones de El Pinatar (Murcia), ¿es viable?

R Hace dos años que hacemos la pretemporada allí y cuentan con un complejo espectacular. En cuanto a sus instalaciones, no me cabe duda de que están preparados, pero quién nos dice que, cuando lleguemos al hotel de concentración, el personal del mismo no pueda estar contagiado. Es muy difícil controlarlo y hablo a nivel de Segunda B, en lo que se refiere a Tercera, me parece inviable. Son personas que están trabajando y es muy difícil poder vigilar su grado de proximidad con el resto de la sociedad. No me parece tan descabellado lo que ha hecho Fali, jugador del Cádiz, quien ha dicho que él tiene a su familia y que no quiere exponerla por el fútbol, que ahora mismo es de lo menos importante dentro de lo importante.

P La Balear planteó como posible sede para el ascenso Son Bibiloni. ¿Le hubiera gustado la opción?

R Ojalá se hubiera podido jugar aquí, ya solo por el tema del desplazamiento y no tener que salir de la isla nos hubiera beneficiado, pero tampoco queremos esa ventaja sobre el resto y realmente pienso que El Pinatar está muy bien preparado. Luego está la ventaja o desventaja con las que contarán algunos equipos. Por ejemplo, en Balears el grado de desescalada parece que irá más rápido que en otros sitios, así que para el resto de los equipos puede ser injusto que podamos gozar de una mayor preparación, al igual que los filiales, que seguro que meterán a sus futbolistas en los entrenamientos de la primera plantilla para poder ejercitarse cuanto antes.

P ¿Cómo han llevado usted y sus compañeros el confinamiento en sus domicilios? ¿Han hecho los deberes?

R Desde el club nos proporcionaron una bicicleta estática para poder ejercitarnos y todo el material que consideramos necesarios. Hemos ido un poco por libre, pero con las pautas que nos marcó el club desde un principio. Cada uno ha hecho lo que ha podido, pero ya somos responsables y sabemos todo lo que nos jugamos.

P ¿Le preocupa que algún compañero no pueda jugar más allá del 30 de junio por contrato?

R En el caso del Baleares creo que no hay ese problema porque nuestros contratos marcan que debemos defender esta camiseta hasta el último partido oficial del club esta temporada. Podría ser un problema, quizás, para los jugadores cedidos, porque ya dependen más de su club de origen.

P De los posibles rivales de cabeza de grupo, ¿a cuál hay que evitar?

R A todos. Tanto el Logroñés como el Cartagena ya jugaron el play-off el curso pasado, eso indica un poco el nivel que tienen. El Castellón, pese a que en la 2018-19 hizo una temporada en la que casi desciende, no hace falta que explique el potencial que tiene y la cantidad de gente que mueven. Son tres históricos, pero nosotros vamos a dar caña igual, no hay que olvidar que, después del Logroñés, somos el equipo que más puntos lleva sumados esta temporada.

P Al menos, si no logran ascender en la primera eliminatoria, la Federación les brinda una segunda oportunidad.

R Si hay gente que está en contra es porque quieren defender sus intereses. Si vamos primeros lo lógico es que tengamos alguna ventaja y si querían disponer de ella, lo mínimo sería al menos haber estado, a lo largo de toda la temporada, en algún momento liderando la tabla.

P Usted ya ha jugado profesionalmente en Suiza y Alemania, pero esta es una gran oportunidad para muchos de sus compañeros.

R Evidentemente. El curso pasado ya nos quedamos muy cerca y la verdad es que este año, dentro del vestuario, había muchas ganas e ilusión puestas en este proyecto. El sueño de todo futbolista es llegar al fútbol profesional y, aunque nunca sabremos si este parón nos ha beneficiado o perjudicado, la intención de este equipo, desde el primer siempre fue clara.

P El Baleares se vio afectado por un ERTE anunciado a finales de marzo. ¿Eso perjudica?

R Al principio te asustas, tienes dudas, pero es algo que la empresa no ha podido evitar y sabemos perfectamente que, si finalmente la competición se reanuda, el club contactará inmediatamente con nosotros. Ingo (Volckmann) es una persona que tiene otras empresas, ha tenido que cerrar muchas de ellas, ha tenido que hacer ERTES y nosotros no podemos ser más que el resto de sus trabajadores. El futbolista es egoísta, pero tenemos que ponernos en la piel del otro. Somos unos privilegiados y sé que cuando el presidente tenga que responder, estará ahí para hacerlo.

P Habló en su momento de una posible retirada. ¿Qué pasa ahora mismo por su cabeza?

R Ya tengo más o menos algo pensado, pero creo que ahora mismo no es el momento. Ahora es tiempo de aparcar los egos porque tenemos cosas bastante más importantes entre manos. Es cierto que durante todo el confinamiento he tenido tiempo para reflexionar y priorizar las cosas. A mí el fútbol me lo ha dado todo, pero también tengo claro que todo llega a su fin. Tengo mi decisión tomada, independientemente de que el equipo ascienda o no a Segunda División.

P Si se produjera finalmente ese adiós, parece más difícil de digerirlo en estas circunstancias.

R La verdad es que sí. Como digo, por ahora no voy a decir nada, pero en todos estos días he intentado sacar la parte positiva de todo lo que me ha tocado vivir este curso: he vuelto al Estadi Balear, he podido ser capitán del equipo, mi hija ha venido a verme jugar algún partido€ Siempre he sido más de sacar el lado bueno de las cosas.

P ¿Cuándo fue la última vez que habló con Manix Mandiola?

R Pues hace ya un tiempo la verdad, desde el último entrenamiento, si te soy sincero. No sé si el míster habrá hablado con el resto de compañeros, pero conmigo no. Sí he mantenido algo más de contacto con Íñigo Arriola o Patrick Messow, así como con los fisios o el recuperador del club.

P Usted dirigía a un equipo de fútbol base. ¿A ellos les ha puesto deberes?

R La verdad que ha sido bastante duro para todos. Cuando tuvimos que mandarlos a casa se les preparó una tabla de ejercicios para que pudieran hacer algo y ahí han estado cumpliendo. Pero sin duda lo más complicado ha sido tener que dar de baja a algunos chavales. Esto, en circunstancias normales, se hace en una reunión cara a cara, en la que siempre pueden sentir tu apoyo, pero a través de videoconferencias todo ha sido muy frío y me sabe muy mal.

Compartir el artículo

stats