El gremio de futbolistas profesionales es mucho más amplio que las estrellas de Primera División. Más allá hay centenares de jugadores, especialmente en Segunda B, que pueden vivir de ello sin ir especialmente holgados.

Ahora, la crisis del coronavirus ha impactado de lleno en las economías de estos futbolistas que han visto cómo sus clubes llevaban a cabo expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Marc Rovirola, jugador del Atlético Baleares, explica su actual situación.

"Vivo en Palma y aquí los alquileres son caros. El dinero que te da el ERTE es el que te dejas en el alquiler. Así que los gastos de comida y de la casa te hacen perder dinero", relata el futbolista, nacido en Cornellà de Terri en 1992. Rovirola asegura que, si hubiese tenido la oportunidad, habría regresado con su novia y con su perra a Cataluña “para pasar el confinamiento allí”. Pero en el Atlético Baleares el ERTE llegó a finales de marzo y entonces “las posibilidades de desplazarse ya se habían reducido mucho”.

Si algunos futbolistas viven en estos días en la incertidumbre porque su contrato expira el 30 junio y no saben qué ocurrirá si la competición se reanuda y se juega más allá de esa fecha, en el Atlético Baleares no existe esta complicación, porque en sus contratos está estipulado que la temporada finaliza una vez disputado el último encuentro o una vez realizado el último entrenamiento.

De momento, la propuesta (no firme) de la RFEF para terminar la temporada es la de anular los descensos y organizar eliminatorias con los cuatro primeros clasificados de cada grupo en una sola sede para decidir los ascensos. Es lo que denominó como ‘play off exprés’ el presidente Luis Rubiales. Pero la idea no ha contentado a muchos clubes y ahora reina la incertidumbre total respecto a cómo se finalizará el curso. Si se acaba jugando, Rovirola considera que "las medidas sanitarias para Segunda B y Tercera tendrían que ser las mismas que para Primera y Segunda".

"Veo muy complicado que volvamos a jugar esta temporada. Los ingresos que generamos nosotros no son los que generan los clubes de LaLiga", concluye Rivarola, quien este caso estaría celebrando con el Atlético Baleares un nuevo ascenso a Segunda División, como ya logró hace dos campañas con el Albacete.