El Atlético Baleares y el Palma Futsal se sumaron ayer a las recomendaciones de la Federación Española por la crisis del coronavirus y anunciaron que, debido también al parón de sus respectivas competiciones ligueras durante al menos las dos próximas semanas, detendrán de manera indefinida los entrenamientos de sus respectivos primeros equipos.

"El primer equipo suspende sus entrenamientos temporalmente. Muy pendiente de la evolución del COVID-19 y las restricciones de contención", publicó el club blanquiazul en redes sociales, poco después del último entrenamiento en el Estadi Balear.

Por su parte, el club verde pistacho anunció en sus redes sociales que cancelan los entrenamientos, que los jugadores "descansan este fin de semana" y que a partir del lunes los futbolistas "tendrán un plan para ejercitarse de forma individual", además de que se quedarán "en sus casas de Palma para evitar riesgos".

La RFEF, en un comunicado oficial que hizo llegar a todos los clubes, les emplazó a suspender como medida de prevención para todos los involucrados "todos los entrenamientos colectivos de todos sus equipos mientras no existan competiciones oficiales". Por otro lado, hizo especial hincapié en que deben seguir estos días "las acciones de aislamiento y estancia en los respectivos domicilios con movilidad mínima".