Tras encajar la primera derrota como local ante el Ibiza el pasado domingo, al Atlético Baleares se le presenta un fin de temporada de infarto. Los de Manix Mandiola tienen ante sí diez partidos que decidirán su posición a final de curso. El vestuario blanquiazul es consciente de la importancia que tiene finalizar la temporada en primera posición para afrontar con las máximas garantías los play-off de ascenso a Segunda División. Solo dos puntos separan en la actualidad a los balearicos de su máximo perseguidor, el conjunto de Pablo Alfaro. Cualquier tropiezo en las próximas diez jornadas puede costar muy caro.

La primera piedra en el camino la pone el Internacional de Madrid. El estadio de Ángel Nieto acoge el próximo domingo la primera final del curso para los blanquiazules. Los locales son uno de los equipos más férreos en su casa, donde han ganado ocho encuentros, empatado cuatro y perdido tan solo dos. Los partidos a domicilio del Baleares muestran las flaquezas del equipo y son la gran asignatura pendiente del conjunto blanquiazul. De los diez encuentros que quedan por delante, seis los deberán afrontar fuera de casa y solo cuatro en el Estadi Balear.

En la jornada 30, en su segundo desplazamiento consecutivo, los de Manix Mandiola viajan a Asturias para enfrentarse al Oviedo B. El conjunto blanquiazul no es precisamente un especialista en filiales de la categoría. En los nueve enfrentamientos que ha disputado hasta la fecha ante ellos ha ganado cuatro, empatado dos y perdido tres. De aquí a la jornada 38 el Baleares deberá afrontar la mitad de sus partidos ante los llamados equipos B.

Marzo se cierra con un duelo que puede resultar decisivo. El conjunto blanquiazul recibe en el Estadi Balear al filial del Atlético de Madrid. Los colchoneros ocupan en la actualidad la tercera posición en la tabla, a solo cinco puntos de los mallorquines. El resultado del encuentro puede resultar determinante para los intereses de ambos conjuntos.

Una jornada después, en la 32, el Castilla de Raúl González Blanco aúna todos los ingredientes para sumar un resultado positivo ante su rival. Jugarán en casa, son un filial y ya saben lo que es poner contra las cuerdas a los balearicos. Hasta este domingo era el único equipo que había conseguido puntuar esta temporada en el Estadi Balear.

Tras la odisea, de la que el Baleares está obligado a salir vivo, el camino se allana y los de Mandiola afrontan cinco jornadas relativamente plácidas ante cinco rivales que ocupan posiciones de media tabla para abajo (Getafe B, Celta B, Melilla, Las Rozas y Marino de Luanco). Muchos pueden estar luchando por salir de las posiciones de descenso, por lo que la supuesta calma puede ser un arma de doble filo.

Para acabar, el conjunto blanquizul cierra el curso regular ante la Peña Deportiva a domicilio. Los ibicencos, quienes en la actualidad ocupan la cuarta posición, pueden estar luchando por confirmar esa plaza para los play-off de ascenso, por lo que el último duelo para ambos puede resultar decisivo.

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