Lo que faltaba. La lacra del racismo ha alcanzado al fútbol sala, un deporte que, hasta ahora, solo era noticia por lo mucho y bueno que sucedía en las pistas de juego. Y la víctima de este mal endémico ha sido un jugador del Palma Futsal, el brasileño Diego Nunes, que al final del partido que el equipo mallorquín disputó y ganó en Zaragoza fue objeto de insultos del descerebrado de turno. "Mono", le llamaron al goleador ayer del Palma Futsal, un insulto que debió gustar a los aficionados que estaban al lado, que se sumaron a la fiesta.
Todo eso ocurrió al final del partido, sin apenas tiempo para que los jugadores de uno y otro equipo reaccionaran como, de una puñetera vez, se espera, abandonando el terreno de juego en señal de protesta. O se reacciona de manera drástica o nunca se va a poner fin a este asqueroso comportamiento. En un estadio o pabellón, donde pueden llegar a concentrarse miles de personas -ayer unas mil en la capital maña- resulta prácticamente del todo imposible evitar que uno o diez se desmadren y monten un triste espectáculo. Pero si se descubre al cobarde autor de la afrenta que se esconde entre la masa -y en eso el Zaragoza debe ponerse manos a la obra-, este sujeto no puede volver a pisar un recinto deportivo. Por el bien del deporte. Como no podía ser de otra manera, las redes sociales se inundaron de mensajes de condena y de ánimo a Diego Nunes, que no daba crédito a lo sucedido.
Como no podía ser de otra manera, el Palma Futsal ha reaccionado raudo en defensa de su jugador y condenando los hechos que, justo es decirlo, no hay que generalizar a toda la afición, sino a los impresentables que hay en todos lados. La LNFS debe actuar de inmediato y de forma contundente para que actos vergonzosos como el de ayer no se instalen en un deporte con una numerosa masa de aficionados que son menores de edad.
Un empate para la esperanza. El Mallorca está más lejos de la salvación tras la jornada de ayer, pero la puede ver un poco más cerca si el nuevo tridente de Moreno prolonga la puntería exhibida en el Benito Villamarín. Ya nadie entendería a estas alturas de la temporada, en la que cada partido es una final, que Moreno no alineara de inicio a Kubo, Cucho y Budimir, la KCB del conjunto rojillo. Los tres ofrecieron el viernes un recital ante el Betis, marcando un gol cada uno y participando el trío en todos los tantos.
Pero, lamentablemente,. todo tiene una cara b, y la del Mallorca es la defensa, que sangra por los laterales de una manera escandalosa. Por ahí tiene un problema de verdad el técnico valenciano, que lo ha probado todo sin ninguna fortuna. En el ostracismo Sastre, Gámez sacó la cabeza el viernes después de varias jornadas viendo a sus compañeros desde la grada o el sofá de su casa. En mala hora porque a los pocos minutos cometió penalti por unas inocentes manos. Pozo demostró en Sevilla que es más extremo que lateral y el veteranísimo Joaquín le dejó retratado en el tercer gol. Por la izquierda, más de lo mismo. Lumor ha mejorado pero sigue sin convencer, Baba Rahman ya es (triste) historia y Koutris cometió un claro penalti y se lesionó en su debut como titular.
Gran gesto del Eibar. "Te sufrimos, te padecemos, te sobrellevamos y no nos queda otra que ponernos en pie y aplaudirte". Este es el mensaje que apareció en el Twitter oficial del Eibar tras la goleada encajada en el Camp Nou, con la firma de Messi en cuatro de los cinco goles marcados. Aplauso infinito para los guipuzcoanos.
