Con un poco de retraso sobre la hora prevista, la regatista mallorquina Paula Barceló apareció sonriente por la puerta de llegadas de Son Sant Joan entre una nube de aplausos y vítores. Paula se proclamó el pasado sábado campeona del mundo de vela en la categoría 49er FX y su familia y amigos quisieron prepararle ayer un recibimiento por todo lo alto [vea aquí las imágenes].

Sin parar de sonreír y visiblemente agotada tras el largo viaje desde Australia, donde se disputó el campeonato, la regatista fue saludando uno a uno con un fuerte abrazo a las cerca de cincuenta personas que se acercaron a celebrar con ella la medalla de oro.

A pesar de no haber tenido prácticamente tiempo para digerir el logro, Paula, que está en cuarto curso de Medicina, se mostró ambiciosa de cara los Juegos de Tokio. "Sería increíble conseguir una medalla. Es el propósito de la campaña y ojalá que podamos llegar a ello. Simplemente estar en unos Juegos sería increíble, pero creo que hay que llegar con esa ambición porque se puede. Haremos lo posible", destacó Paula.

Tras lograr la medalla de oro junto a su compañera de equipo Tamara Echegoyen, Paula reconoció que lo primero en que pensó fue en su familia: "Fue lo primero que me pasó por la cabeza al ganar el oro. Me escribían a horas que les decía que tenían que estar durmiendo. Y me decían que no podían. El cambio horario es un fastidio para todos, pero alegra que estén siguiéndonos. Ellos son los que lo sufren cada día con nosotros a pesar de estar muy alejados de ellos, con los que pagamos todo lo que nos pasa".

Sus padres, Mario e Irene, visiblemente emocionados, prefirieron mantenerse en un segundo plano, al igual que su hermano Adrián, aunque todos ellos reconocieron que se sintieron profundamente "orgullosos" en el momento en el que Paula logró el oro, un instante que vivieron en directo a través del ordenador. "Lo han hecho genial. En cualquier caso siempre estoy muy orgullosa de ella porque es una maravilla de niña, pero en este me alegro por ella porque le están saliendo las cosas", señaló Irene. "Fue una liberación de presión que teníamos desde hace tiempo. En el momento en el que lo consiguieron, todos los nervios que teníamos acumulados se fueron", añadió Mario.

Paula también contó con el apoyo de sus abuelos, Pilar y Jaume. Ambos se enteraron al momento de que había conseguido el oro, aunque Pilar reconoce que pegó un "chillido" al saber de la noticia. "Fue muy emocionante. Esto es una vez en la vida. Paula es un diez en todo. Tanto en los estudios, como en voluntad, en el trato con la gente. En todo", añadió Jaume muy emocionado.

Óscar Estellers, presidente del CN S'Arenal, cree que Paula aún no ha llegado a su techo: "Quedan pocos meses para Tokio, pero somos muy optimistas. Lo que ha hecho Paula no tiene nombre".

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